SOCIEDAD
› DOS POLICIAS PRESOS POR UN ABUSO
Violación de uniforme
Los chicos tiraban piedras contra la boletería de la estación de trenes de El Palomar. Ahí habían estado hasta hacía un rato, cuando dos policías cargaron en el patrullero a los cuatro, tres chicos y una chica, para “conseguirles un buen lugar donde dormir”, en vez de los andenes cotidianos. Los llevaron a un local deshabitado cercano. Y se turnaron: mientras uno apuntaba a los varones para que no se movieran, el otro violaba a la chica de 14 años. Y viceversa. Las pedradas tuvieron su significado. Acusaban a una boletera que cuando veía a los chicos llamaba a los uniformados. Fueron escuchados y los violadores, detenidos.
Con la andanada de piedras, en la estación llamaron a la policía. Al intervenir por este ataque, funcionarios judiciales conocieron las causas que lo provocaron. El caso no está exento de estrategias burdas para entorpecer las investigaciones, como las hojas arrancadas del libro de guardia de la comisaría 7ª de El Palomar –donde se desempeñaban los detenidos– en las que figuraban los movimientos de los efectivos durante el 5 y el 6 de diciembre, día en el que cometieron el delito.
Los dos policías están acusados de “abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por personal policial en ejercicio de sus funciones”. Cargos que negaron al ser indagados por la fiscal de San Martín. También deberán responder por la privación ilegítima de la libertad de los otros tres chicos.