Dos bomberos voluntarios murieron ayer en un accidente de tránsito ocurrido en la calle de acceso al Parque Industrial de Pilar, cuando intentaban sumarse a unas 50 dotaciones que combatieron un incendio que destruyó los depósitos de tres de las 170 fábricas que se agrupan en ese predio, uno de los más grandes –en su tipo– del país y de Sudamérica. “El fuego se inició a las 2 de la madrugada y recién a las 16 pudo ser controlado, pero podría haberse extendido a otras plantas”, dijo a Página/12 el suboficial César Flores, del Cuartel de Bomberos de Pilar. Los galpones, que quedaron totalmente destruidos, eran dos, pero guardaban mercaderías pertenecientes a tres empresas. En uno de los lugares había miles de zapatillas de la marca Puma y en el otro materiales pertenecientes a dos fábricas de productos plásticos, Sofamu y Unisol. La autobomba que nunca llegó a destino volcó al chocar con un camión y ahora se investiga si hubo negligencia por parte del chofer del vehículo de carga. Hasta anoche se desconocían las causas del incendio.
“Nosotros tuvimos que dejar de trabajar, es lo que se hace en estos casos.” Con la voz quebrada, el oficial Jorge Abel Fernández le relató a este diario la actitud tomada luego del vuelco de la autobomba del Cuartel de Bomberos de Escobar, en la que iban los dos bomberos fallecidos, Daniel González, de 51 años, jefe del cuerpo, y el suboficial mayor Carlos René Rivas, de 46. “González tenía 35 años de servicio y era conocido a nivel nacional, porque fue uno de los que impulsaron la Ley Nacional de Bomberos”, que contempla una serie de beneficios para los voluntarios, que trabajan sin recibir pago alguno. La ley todavía no ha sido reglamentada y, por lo tanto, sigue sin entrar en vigencia.
González, que siempre trabajó en Escobar, estaba casado y su hijo también es bombero voluntario. Rivas, nacido en Tucumán, donde había comenzado su carrera, también estaba casado, pero no tuvo hijos. El choque y el vuelco de la autobomba ocurrieron en el cruce de las calles 9 y 15, de Pilar, en la entrada al Parque Industrial. El otro vehículo, el camión de una panificadora, era conducido por un hombre que quedó demorado mientras se llega a una primera conclusión en la investigación a cargo del fiscal Enrique Ferrari. Las dos muertes fueron calificadas como “homicidio culposo” y lo que se trata de establecer es si hubo negligencia por parte del conductor del camión.
“Los voluntarios no tenemos peritos, de manera que hay que esperar lo que diga la Policía Científica, para saber cuáles fueron las causas del incendio”, explicó el suboficial Flores. El incendio comenzó pasadas las dos de la madrugada en la fábrica de plásticos Sofamu, que compartía el espacio con la firma Unisol. El viento hizo que las llamas se propagaran a un depósito lindero perteneciente a la fábrica de calzado deportivo Puma, a unos 20 metros del lugar donde comenzó el fuego. Carlos Bueno, gerente de Relaciones Institucionales de Puma, confirmó que por ahora “se desconoce el origen del fuego”.
Las fuentes del Cuartel de Bomberos de Pilar dijeron que uno de los momentos más difíciles se vivió cerca de las 5.30 de la mañana “cuando se derrumbó la estructura del primero de los galpones, por acción de las llamas, que alcanzaron los 20 metros de altura”. El fiscal Ferrari dijo que las causas del incendio se darán a conocer “en siete días”, una vez que finalice la labor que realizan, en forma conjunta, peritos de la Policía Científica y de la Gendarmería. La investigación no descarta la hipótesis de que fuera intencional. Los expertos tratan de establecer también, por orden del fiscal, los problemas ambientales que ocasionó el siniestro. Las pérdidas sufridas por las tres empresas fueron totales.