Otra mujer que recibió dos dosis del medicamento Yectafer inyectable presuntamente falsificado –el mismo que mató a una joven de Viedma y afectó a otras ocho– fue hospitalizada ayer en forma preventiva, esta vez en un hospital de San Carlos de Bariloche, aunque su estado de salud es bueno.
El director del hospital, Norberto Delfino, informó ayer que la paciente es monitoreada para observar su evolución, y explicó que por el momento los médicos no saben si el medicamento aplicado era adulterado o legítimo. “Como hubo una duplicación del lote es probable que muchas personas hayan recibido el medicamento correcto, entre ellas esta paciente. Eso es algo que no se puede establecer por ahora”, señaló.
El hospital de Bariloche y todos sus centros periféricos retiraron todas las cajas del remedio que había en sus botiquines, las que fueron guardadas a la espera de un instructivo del Ministerio de Salud de la Nación.
En tanto, las dos pacientes internadas en el hospital San Martín, de Paraná, en Entre Ríos, que habían recibido inyecciones de Yectafer presumiblemente adulteradas, se encontraban ayer estables y compensadas, informó el director de ese centro, Miguel Schnitman.
El director de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), Manuel Limeres, había revelado que la investigación está centrada en una droguería porteña, pero optó por mantener en reserva su nombre y ubicación. Esta droguería está sospechada de la adulteración del medicamento que causó la muerte a la joven Verónica Díaz, de 26 años, el pasado jueves, en la ciudad de Viedma.