Lun 29.04.2002

SOCIEDAD

Paseadores no inscriptos, los más sancionados durante el primer mes

En los primeros 30 días se hicieron 222 multas en parques y paseos, pero sólo cuatro fueron por no juntar la caca del perro.Más del 80 por ciento fueron a paseadores no registrados.

La norma nació para preservar veredas y plazas de la caca de los perros y sancionar a dueños y paseadores que no recogen las deposiciones. A un mes de la aplicación de las multas, los inspectores porteños labraron 222 infracciones, pero la gran mayoría de ella –más del 80 por ciento– correspondieron a paseadores que no están inscriptos en el registro habilitado por el Gobierno de la Ciudad. Tal vez porque no es fácil sorprender a los pichichos in fraganti, sólo hubo cuatro multas a paseadores por no recoger la caca de sus perros.
El decreto 1972, que entre otras disposiciones obliga a los paseadores a inscribirse en un registro y sanciona a quienes no recojan las deposiciones de sus animales en lugares públicos, fue firmado en diciembre, pero las multas recién comenzaron a aplicarse el 18 de marzo último. La norma, además, obliga a los paseadores a no llevar más de ocho animales, les prohíbe atarlos a árboles, rejas, postes u otros elementos del mobiliario urbano y sanciona a quienes no llevan a sus animales con correa. Las multas que se aplican van desde los 25 a los 200 pesos.
“En este mes empezó a verse un cambio de hábito paulatino entre la gente que pasea perros. Al principio hubo resistencia pero luego los paseadores comenzaron a inscribirse en el registro y son muchos los que salen con la bolsita y recogen las deyecciones”, evaluó ante Página/12 la directora de Higiene Urbana del gobierno porteño, Gabriela Faustinelli.
Desde el 18 de marzo, 10 inspectores de esa repartición recorren parques, plazas y lugares públicos, acompañados por efectivos de la Policía Federal. En el lapso de un mes, el mayor número de multas fue a los paseadores que no estaban inscriptos: un total de 183 casos. Hubo 18 multas para los que llevaban más de ocho perros; 9 actas para quienes habían dejado algún animal suelto, y 8 para los que los llevaron a lugares prohibidos. Por no recoger la caca se hicieron sólo 4 infracciones.
Según el informe de Higiene Urbana, al que tuvo acceso este diario, la mayor cantidad de infracciones fue realizada en Barrio Norte (parque Thays y plaza Las Heras), Palermo (parque Tres de Febrero) y Caballito (parques Rivadavia, Centenario y Chacabuco).
La seguidilla de operativos tiene efecto disuasorio entre los paseadores: en los últimos 30 días se inscribieron casi tantos como en los primeros tres meses en que estuvo abierto el registro y ya suman 320 los que están en regla. De todas formas, hay un grupo que se mantiene irreductible: son los 173 paseadores que presentaron un recurso de amparo pues consideran que la norma que regula la actividad es inconstitucional. Cuestionan el límite máximo de ocho perros por paseador porque, sostienen, constituye una limitación a su derecho al trabajo y “conculca derechos adquiridos”.
Desde el gobierno porteño refutan esta pretensión argumentando que los paseadores bien pueden adaptarse a la norma “formando grupos con menor cantidad de animales”. “El número no es un capricho, se adoptó para preservar la seguridad después de consultar a entidades protectoras de animales”, argumentó Faustinelli. De hecho, la funcionaria adelantó que a partir de esta semana los inspectores saldrán en horarios vespertinos, ya que se ha detectado que “muchos salen en ese horario porque desdoblan los grupos para cumplir con la norma”.
Para estimular la inscripción, en el gobierno porteño insisten en que el trámite es gratuito y no acarrea consecuencias impositivas para el paseador. Pero como esto no parece suficiente, planea sugerir a los dueños de animales que contraten paseadores inscriptos en el registro.

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