El intenso temporal de lluvia y viento que tuvo lugar el domingo en el norte del país causó siete muertos y 1500 evacuados. Afectó a las provincias de Tucumán, Córdoba, Catamarca y Chaco y dejó a 20 mil personas sin servicio eléctrico por causa de las ráfagas de hasta 100 kilómetros por hora que cortaron cables, derribaron árboles y provocaron la voladura de techos. En varias zonas montañosas se produjeron aludes.
La provincia más afectada fue Tucumán, donde murieron cuatro personas y 1300 tuvieron que ser evacuadas. Dos de las víctimas fueron un chico de siete años, Agustín González, y su madre, Gladys Morales, que murieron al ser arrastrados por la corriente del río Grande, en Raco, a 50 kilómetros de la capital provincial.
Otro fallecido en esta provincia fue Luis Castillo, de 32 años, que murió electrocutado en la localidad de Tafí Viejo al caerle encima un cable de alta tensión cuando caminaba junto a sus amigos. Un chico de 12 años fue reportado como desaparecido en las proximidades del río Lules, donde había ido a pescar junto a su padre luego del pico de la tormenta, pero luego fue hallado su cadáver.
Gran parte de San Miguel permanecía ayer sin energía eléctrica por la caída de árboles y postes del cableado. Y en varias zonas residenciales estaba cortado el suministro de agua potable. También había complicaciones para transitar la ruta provincial 305, que lleva a los Valles Calchaquíes, donde desprendimientos de cerros reducían la calzada. La lluvia, acompañada de vientos de hasta 100 kilómetros por hora, voló los techos de una decena de viviendas. En menos de una hora cayeron en esta provincia 50 milímetros de agua por metro cuadrado.
En Chaco murieron los hermanos Antonio y Pablo Acosta, de 21 y 23 años, fulminados por un rayo mientras observaban desde una galería la tormenta. Según la policía, el rayo fue atraído por “algún componente metálico de la galería donde los hermanos descansaban después de un día sofocante”.
En Córdoba murió Santiago Bustos, de 41 años, cuando su auto fue arrastrado por una correntada producida por las lluvias. Fue encontrado en el camino de ripio que une la ruta 36 con la localidad de Corralito. El accidente se originó por el aumento del caudal de los desagües de campos de los alrededores. En esta provincia la lluvia desmoronó rocas de uno de los cerros al costado de la ruta, cerca del dique Los Molinos.
En Catamarca, las 16 familias habitantes de Puerta de Corral Quemado fueron evacuadas por un alud de barro y agua que ingresó en sus casas, algunas de las cuales quedaron tres metros bajo el barro acumulado. La tormenta también dañó las cañerías de la zona, por lo que el poblado quedó sin agua potable y las familias debieron ubicarse en una escuela.