SOCIEDAD
› TRES DISPAROS Y UN PUNTAZO POR LA ESPALDA
Un suicidio demasiado extraño
Primero pegó el grito de socorro desde el departamento, en el Torreón en Mar del Plata. Más que grito fue un alarido espeluznante. Después, la mujer pidió auxilio. Era inevitable que la escucharan, y quien la escuchó fue el portero del edificio. Cuando entró al departamento, el encargado encontró no sólo a la mujer que gritaba sino también al ex camarista de San Martín, Ernesto García Maañón, aparentemente muerto. Llamaron a un médico de emergencias que constató la muerte. La mujer, pareja del fallecido, dijo a la policía que se había suicidado. Extraño modo el elegido: según los rastros en su cuerpo, el ex camarista se disparó una vez, otra, y para colmo una tercera, y no conforme, se asestó un cuchillazo por la espalda. Al rato, la mujer fue detenida con sospechas fundadas.
García Maañón tenía 83 años, había integrado la Cámara de Apelaciones en lo Penal de San Martín y vivía desde hacía 11 años en su departamento del sexto piso de Bolívar al 1001, de El Torreón, en Mar del Plata. Allí vivía con María Cristina Senserrito, su pareja desde hace unos 20 años.
Según fuentes judiciales, Senserrito pidió auxilio a los gritos desde el departamento. La ayudó el encargado del edificio quien, cuando llegó al departamento del piso 6º, descubrió el cuerpo de García Maañón aparentemente muerto. Llamaron a un médico privado y a la policía. El médico constató que el ex camarista se encontraba muerto. La policía secuestró un revólver Colt Special calibre 38, con tres cartuchos intactos y tres cápsulas servidas.
El caso quedó a cargo del fiscal marplatense Gustavo Fisore. La mujer, Senserrito, tenía un vendaje en una de sus manos. Fue demorada para tomarle declaración y explicar el motivo de la herida. Según fuentes judiciales, la mujer había dicho que García Maañón se había suicidado. Además de trágica, la decisión pareció imposible: tenía tres balazos, uno en el pecho, otro en el abdomen y un tercero en una pierna, además de una herida punzante en la espalda. Los peritos médicos confirmaron que se trataba de un crimen. Senserrito pasó, entonces, de su condición de demorada a detenida bajo sospecha de homicidio.