SOCIEDAD
La fertilidad femenina empieza la cuenta regresiva antes de los 30
Según un nuevo estudio hecho en EE.UU. e Italia, no es a los 35, como se creía. El pico de fertilidad ocurre antes de los 20.
Por Sarah Boseley*
Desde Londres
Cuando la mujer comienza a escalar su carrera profesional a fines de sus veintitantos, su fertilidad ya está declinando, y no cuando llega a los treinta y cinco años como se pensaba, reveló una nueva investigación. Nadie sabe todavía a qué edad la mujer llega a su pico de fertilidad, pero podría ser mucho antes de llegar a los 20 años, explicó David Dunson, uno de los autores del nuevo estudio que se llevó a cabo conjuntamente en Carolina del Norte, Estados Unidos, y Padua, en Italia. Lo que dice por primera vez su investigación, publicada en la revista Human Reproduction, es que el reloj biológico comenzó su inexorable cuenta regresiva antes de que la mujer cumpla 30 años, lo que dificulta la posibilidad de concebir con cada año que pasa.
Los autores también demuestran que la fertilidad del hombre declina antes de lo que se había pensado. A medida que se acercan a los cuarenta años, las posibilidades de los hombres de producir cantidades de esperma viable y móvil comienzan a decaer. “No veíamos ninguna declinación hasta la edad de 35”, dijo Dunson, del Instituto Nacional de Ciencias Ambientales de la Salud en Carolina del Norte. “Pero cuando la comparamos con la de hombres de 40, había una disminución del 40 por ciento en la fertilidad.” Dunson enfatiza que ni la pronta pérdida de fertilidad en las mujeres ni este deterioro en el esperma de los hombres van a evitar necesariamente que las parejas logren el embarazo. Una mujer de 28 años que tiene relaciones sexuales regulares sin protección puede tener que esperar un mes o dos más para embarazarse que su amiga de 23. Un hombre de 45 probablemente tenga esperma buena suficiente para poder concebir un hijo. Algunos hombres logran la paternidad cuando tienen entre 60 y 70, y hasta entre 70 y 80.
Pero los resultados de este gran estudio, que comprende a 782 parejas saludables que no habían recurrido a un médico por problemas de fertilidad, será recibido como una advertencia más para aquellos que quieren tener hijos, en cuanto a que no pueden posponerlo indefinidamente. En las últimas semanas, un nuevo libro llamado Baby Hunger, por la autora norteamericana Sylvia Ann Hewlett, llegó a Europa, causando una gran controversia. La autora entrevistó a un gran número de mujeres norteamericanas muy exitosas, la generación que creció creyendo que podía “tenerlo todo”, y descubrió que el 49 por ciento no tenía hijos. La mayoría eligió no tenerlos y muchos lo lamentaban amargamente. Hewlett insta a las mujeres a planear sus vidas si quieren tener hijos, para que encuentren la pareja adecuada y tengan un hijo antes de llegar a los 35, cuando su fertilidad cae abruptamente.
Algunas de las mujeres a las que Hewlett entrevistó pasaron muchos años de búsqueda y gastaron mucho dinero en tratamientos fertilizantes. Pero la fertilidad de una mujer ha declinado un 95 por ciento cuando tiene 40 años. Relativamente pocas mujeres pueden tener su primer bebé usando sus propios óvulos aun con la ayuda de técnicas de laboratorio, más allá de sus 40 años. Las tasas de éxito son más altas con óvulos donados, pero el bebé no será genéticamente de la madre, y de todas maneras hay mucha escasez de donantes de óvulos.
El estudio norteamericano-italiano abre un nuevo camino porque ha hecho ajustes para permitir variaciones en la conducta sexual entre las parejas que tomaron parte; algunas tenían relaciones sexuales más frecuentemente que otras. Significa que los autores están seguros de que lo que han descubierto está directamente relacionado con la edad. “Esto hace que nuestros resultados sean extraordinariamente confiables”, dijo Dunson. Los científicos trabajaron sobre las oportunidades de que una mujer quedara embarazada si tenía relaciones sexuales en el día óptimo para la concepción, es decir dos días antes de la ovulación, y ella y su pareja tenían la misma edad. Las mujeres de entre 19 y 26 años tenían alrededor de un 50 por ciento de posibilidades de embarazarse en cualquier ciclomenstrual. Esto decrecía en alrededor del 40 por ciento en mujeres entre 27 y 34 años. Para las mujeres de 35 a 39 años, las posibilidades eran menores al 30 por ciento si la pareja de la mujer tenía su misma edad, pero caía hasta el 28 por ciento si el hombre era cinco años mayor.
Una buena noticia, dijeron, era que la ventana de fertilidad de seis días antes de la ovulación, durante los cuales es más probable la concepción, no se acorta significativamente a medida que la mujer envejece. Dunson dijo que también había gran variación entre las parejas, así que algunas siempre cambiarán el promedio. “Aun limitándonos en el 50 por ciento de las parejas que están más cerca de la fertilidad promedio, la fluctuación en la probabilidad de embarazo en el día más alto de la ventana de fertilidad se extiende del 20 al 60 por ciento”, dijo. El fumar y las enfermedades sexualmente transmitidas se cuentan entre los muchos factores que podrían explicar las diferencias.
Richard Kennedy, obstetra y ginecólogo en el hospital Walsgrave en Coventry, Inglaterra, y secretario de la Sociedad de Fertilidad Británica, señaló que la enfermedad inflamatoria pélvica, que bloquea las trompas de falopio, era responsable de que muchas mujeres jóvenes fueran infértiles. El experto sugirió que las mujeres que experimentan problemas para concebir busquen tratamiento aun cuando estén entre los 20 y 25 años.
“El clínico familiar no debería descartar el problema de las parejas sólo porque son relativamente jóvenes”, dijo. “Lo que cuenta no es tanto la edad como el tiempo de la infertilidad –explicó–. Una pareja joven, digamos de alrededor de 20 años, puede darse más posibilidades de concebir porque es más activa sexualmente que una pareja profesional que está entre los 30 y los 40 años, con vidas profesionales y que están muy ocupados y cansados.”
*De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère