SOCIEDAD
› CALLEJEROS RESPONSABILIZO A
CHABAN POR EL TRAGICO INCENDIO DE LA DISCO
“El decidía todo, él era Cromañón”
En un escrito donde piden ser querellantes, dos integrantes del grupo acusaron al empresario y a su jefe de seguridad por cerrar la puerta de emergencia que provocó la masacre. Es la primera vez que Callejeros asume posición públicamente ante el siniestro.
› Por Horacio Cecchi
Por primera vez desde que se desató la noche de Cromañón, el grupo Callejeros adoptó una posición pública en relación a la tragedia: el baterista, Eduardo Vásquez, y el manager del grupo, Diego Argañaraz, se presentaron como querellantes ante la jueza María Angélica Crotto. Además de haber sido víctimas directas del incendio, Vásquez sufrió la muerte de su madre y Argañaraz de su esposa. En la presentación, ambos acusan como responsables principales del desastre a Omar Chabán y al jefe de seguridad de Cromañón, Raúl Villarreal. Hasta el momento, los Callejeros no habían sido citados como testigos en la causa, dando pie a especulaciones de que podrían ser imputados en el caso. Allegados a Chabán habían deslizado que la seguridad corrió por cuenta del grupo. Ahora el grupo contraataca y dice: “El (Chabán) era Cromañón”.
En realidad, la presentación de los dos integrantes del grupo es de índole particular. Tanto el baterista como el manager lo hicieron en representación de sí mismos y no del grupo. Pero los escritos entregados a la jueza María Angélica Crotto invocan permanentemente al grupo como integrantes. El propio estudio de abogados, Virgolini y Maloneay, difundió el texto a la prensa bajo el título de “Querella presentada por grupo Callejeros”, lo que le dio el corte representativo.
En el texto no se agrega información que no se hubiera conocido ya sobre el desenlace de la tragedia. No hay nada nuevo. Excepto –nada menos– la posición del grupo contratado por Chabán para presentarse en Cromañón aquella noche. La importancia del texto radica en que Callejeros abandonó la posición pasiva y expectante que había asumido.
Aquí, extractos de la presentación:
- “El fuego se había producido como consecuencia del encendido de una ‘candela’ y que produjo su incendio y el de la media sombra que colgaba de él”.
- “Como la salida de emergencia estaba cerrada y como las luces de emergencia no existían o no funcionaban... hay que agregar que los matafuegos aparentemente no funcionaban...”.
En ambos puntos, la información que podría ser semejante al relato de un testigo, ya vuelca sutilmente la responsabilidad a los materiales inflamables.
- “El (Chabán) decidía, él contrataba, él ponía las condiciones, él era ‘Cromañón’... fue quien se ocupó de la organización del show como lo hacía siempre que contrataba una banda para tocar en su local”.
En tres palabras, se resume la acusación: “El era Cromañón”.
- “La relación de Callejeros con el Sr. Chabán es la misma que la de numerosos artistas del Rock argentino que han tocado en sus locales. Desde el legendario ‘Cemento’ hasta el local siniestrado... Es por ello que confiábamos en Chabán y suponíamos que era un empresario serio que iba a cuidar de nosotros y de nuestro público”.
Puede ser una de las claves de la estrategia del grupo: “Suponíamos... que iba a cuidar de nosotros y de nuestro público”.
- Capacidad del lugar: “La de Cromañón fue siempre, según su dueño (aclara el grupo, intentando distanciarse de cualquier responsabilidad sobre la cantidad de público presente), de aproximadamente 4000 personas. Debe quedar en claro que dicha capacidad no depende de la habilitación gubernamental ni de la voluntad de la banda... La capacidad la comunica el encargado del lugar a la banda para que emita la cantidad de entradas correspondientes. En este caso se emitieron 3500 entradas, lo que representa un número menor a la capacidad conocida del local”.
- “El Sr. Raúl Villarreal era el jefe de seguridad de Cromañón y era quien tomaba todas las decisiones atinentes al funcionamiento de las instalaciones del local... Villarreal decidía quién entraba y quién no entraba, por dónde se lo hacía, cuál puerta se abría y cuál se cerraba. El era el responsable de que las puertas de emergencia del lugar se encontraran abiertas.” Y aclara que la habilitación y el control de la seguridad “estaban fuera del alcance y del conocimiento directo de los integrantes de la banda”. Acto seguido, solicita que Villarreal sea citado como imputado.
Como síntesis, a Chabán lo responsabiliza de colocar los materiales inflamables y tóxicos; del sistema de iluminación; de cerrar la puerta de emergencia; de tener matafuegos descargados; de instruir a Villarreal sobre la organización de la seguridad. A Villarreal, de cumplir las órdenes de seguridad de Chabán, especialmente de las puertas de emergencia. A los funcionarios del Gobierno porteño por la habilitación y las condiciones de seguridad del local. Y, por último, a la persona que encendió “la candela”. Mientras que el empresario denunció que la seguridad corría por cuenta del grupo, éste sostiene todo lo contrario. Mientras que los allegados de Chabán parecían sugerir la idea de que las bengalas podrían haber sido ingresadas o permitidas por el grupo, el grupo nada dice de ello. Si bien el lugar de querellantes dolorosamente les corresponde, Callejeros ocupa un lugar paradójico: son víctimas y sobre ellos pende la posibilidad de la imputación, no en el mismo grado de responsabilidad de Chabán. Pero le resultará difícil demostrar que desconocían el peligro. Algunos especulan con que la presentación se anticipa a una posible citación judicial.
Subnotas