Sólo dos boliches de la Ciudad de Buenos Aires recibieron la autorización para volver a abrir sus puertas este fin de semana, después de la veda que los obligó a permanecer cerrados durante 57 días, aunque sólo uno de ellos hizo efectiva anoche la apertura. Desde la tragedia de República Cromañón, ocurrida el 30 de diciembre, presentaron la documentación exigida 58 de los 108 locales bailables que funcionaban en la ciudad. En la Secretaría de Seguridad porteña estiman que en la semana que viene podrán habilitarse una decena de boliches: a algunos sólo les falta que su habilitación aparezca publicada en el Boletín Oficial, como exigió la Justicia porteña. Por su parte, los empresarios del sector volvieron a pedir mayor celeridad en los trámites para conseguir las nuevas habilitaciones.
Las primeras resoluciones que autorizaron el funcionamiento de los locales fueron emitidas ayer por el gobierno porteño. Las habilitaciones fueron recibidas por dos locales en el centro, el bar de stripers masculinos Golden, que también es bailable, y Castelbamba, ubicado en Riobamba al 300. De acuerdo con la nueva normativa, deben contratar un bombero y un servicio médico de emergencia. También están obligados a contratar un seguro de responsabilidad civil que cubra a todos sus clientes. Y para organizar un recital en vivo deberán pedir una autorización previa en cada oportunidad.
Por su parte, representantes de la Cámara de Empresarios de Discotecas y Entretenimientos de Buenos Aires (Cedeba) fueron al Palacio Municipal para reclamar mayor rapidez en los trámites de habilitación. El presidente de la cámara, Maximiliano Vázquez, señaló a Página/12: “Somos rehenes de un problema burocrático”. En este sentido, aseguró que había otros siete boliches en condiciones de reabrir: “City Hall, Maluco Belleza, La France, New Shampú, Ivanhoff, Rey Castro y Bahrein”, enumeró.
–¿Por qué razón entonces no fueron autorizados a funcionar? –preguntó este diario.
–Si yo supiese eso sería un mago, porque hace dos días que están con un tema y con el otro –se quejó Vázquez. También apuntó: “No entiendo cómo no se abrieron, porque ya pasaron las dos inspecciones exitosamente. La jueza (Alejandra Petrella) condiciona al gobierno, que tiene que informar de todas las decisiones administrativas. Y en el gobierno hay áreas que patean para atrás, en algunas inspecciones falta un sector y hay que solicitar una nueva, como si pudiéramos seguir cerrados sin trabajar”.
En tanto, una fuente oficial indicó a Página/12 que ya se inscribieron en el nuevo registro 58 locales. “Todos ellos fueron inspeccionados, y como algunos no cumplían con el total de los requisitos –a algunos les faltaban tratamientos ignífugos y a otros el certificado de bomberos– deberán pedir reinspecciones para verificar si se adaptaron a la nueva normativa y abrir sus puertas”, informó. En este sentido, señaló que este nuevo paso puede darse “en unas 48 horas”. También adelantó que unos cuatro boliches podrán conseguir el permiso entre el lunes y el martes: no presentaron su documentación a tiempo para que sus nombres aparezcan publicados en el Boletín Oficial de ayer.
Además, el secretario de Seguridad porteño, Juan José Alvarez, anticipó que habrá inspectores recorriendo los boliches mientras estén abiertos. La idea es que lleguen cerca del horario de apertura y permanezcan hasta el de cierre. Aunque en un principio se afirmó que sólo estarían en los locales de mayor concurrencia, la medida también se tomaría en los más chicos. La idea es que los inspectores vayan a los boliches y los recorran observando si se respeta la normativa referida a seguridad. Según el funcionario, los inspectores “estarán responsabilizados del lugar”. Sucede que luego de estar allí, deberán elevar un informe a la Dirección de Control Comunal, que irá firmado. “Yo personalmente voy a preguntarles qué pasa, qué vio y qué no vio”, insistió el secretario de Seguridad. Asimismo, se adelantó que entre el lunes y el martes otros cuatro locales recibirían la habilitación.