SOCIEDAD
› PRESCRIBE LA CAUSA DE LA NENA APLASTADA POR UNA ESCULTURA
“Marcela murió dos veces”
Hace nueve años, una nena moría aplastada por una enorme escultura en el Paseo de la Infanta. Ahora, la jueza que intervino en el caso resolvió la prescripción de la causa, por el tiempo transcurrido. “Parece que Marcela murió dos veces”, dijo ayer Eduardo Iglesias, el papá de la nena. La familia ya anunció que apelará la medida.
El 5 de febrero de 1996, Marcela paseaba por el lugar, ubicado debajo de las vías del ex Ferrocarril Mitre, en el barrio de Palermo. La chiquita participaba de una excursión con la colonia de verano del Banco Hipotecario Nacional. En un momento, junto a otras dos nenas, Marcela se sentó en las escaleras de los arcos del Paseo de la Infanta. Estaban frente a la galería De Brucke, donde había una escultura de 270 kilos.
Al derrumbarse, la obra aplastó a Marcela. Lucía Acosta y Antonella Zazzarino, las nenas que estaban con ella, sufrieron lesiones.
El juez en lo Correccional Luis Schlegel fue el primero que intervino. El magistrado resolvió procesar al autor de la obra, Danilo Danziger, y a la responsable de la Galería de Arte donde se exhibía, Diana Lía de Lowenstein, por los delitos de “homicidio y lesiones culposas”. También fueron procesados tres miembros de la Policía Municipal: Héctor Torea, Antonio Mazzitelli y Juan Carlos Favale.
De acuerdo con la ley 25.990, sancionada a fines de 2004, que modificó los plazos para la caducidad de los expedientes, la jueza Susana Nocetti de Angeleri dictó la prescripción. “La causa prescribió porque durante un tiempo prolongado no se produjo ninguna actividad que impulse las actuaciones”, explicó una fuente judicial. La jueza aplicó la modificación del artículo 24 del Código Penal por la que se aplica la “ley más benigna”. Torea había solicitado la extinción al entender que el último acto que podía considerarse como interruptivo de la prescripción era la citación a juicio, concretada el 13 de diciembre de 1999. Argumentó que había transcurrido un lapso superior al máximo de pena previsto para los delitos imputados, que es de cinco años.
Por su parte, el fiscal Marcelo Martínez Burgos afirmó que al fijar la fecha de audiencia para el debate el 25 de marzo de 2003 hubo un nuevo “acto interruptivo, por ser equivalente al auto de citación a juicio”.
Pero la jueza consideró que esa presunta equivalencia entre la citación a juicio y las audiencias no es tal y decidió la prescripción. De todos modos, Iglesias anunció que apelará para que la decisión acerca de los procesados quede en manos de la Cámara del Crimen.
La mamá de la nena, Nora Ribondó, señaló que “Marcela hoy tendría quince años, pero ya no tiene primaveras ni fiestas. Nuestra casa se llenó de silencios y de espacios vacíos”.