Desde hoy, en la provincia de Buenos Aires sólo podrán vender bebidas alcohólicas los comercios inscriptos en el Registro de Comercialización creado por ley. Por primera vez en la Argentina, el control se ejercerá también sobre los distribuidores, que recibirán multas de hasta 500.000 pesos si venden a negocios no registrados. El secretario de Adicciones bonaerense destacó que la medida se anota “en las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud” (OPS). Esta entidad solicitó “limitar la disponibilidad de alcohol y reglamentar dónde puede venderse” y advirtió que “estas medidas han demostrado su eficacia, pero generan oposición de los vendedores y la industria”. Ya hay 25.000 comercios inscriptos en el registro; el control estará a cargo de cada municipio y de las autoridades provinciales. De las 134 comunas de la provincia, sólo tres no adhirieron: San Isidro, San Fernando y Tigre.
“Muchos comercios que vendían alcohol y no se inscribieron, en realidad no podrán inscribirse nunca, o porque pertenecen a rubros prohibidos, como los quioscos, o porque trabajan en negro”, afirmó Claudio Mate, secretario de Adicciones bonaerense. Hasta ayer había más de 25.000 inscriptos. “Estimamos en 5000 los que no se anotaron pensando que ‘con esto no va a pasar nada’ y tendrán que anotarse: 30.000 comercios es más que suficiente, casi un punto de venta por 300 habitantes”, contabilizó el funcionario. La medida involucra desde las discotecas hasta los supermercados, despensas y restaurantes. Los inscriptos recibirán una oblea de identificación que fijarán en la vidriera.
Según Mate, “por primera vez en la Argentina una ley avanza sobre las grandes distribuidoras, que han sostenido un mercado negro al proveer a lugares no autorizados: también deben registrarse, y la ley nos autoriza a multarlas con sumas que van de 30.000 a 500.000 pesos, si venden a comercios no registrados”.
El funcionario subrayó que la ley “sigue las recomendaciones de la OPS, que pidió a los gobiernos ejercer políticas activas en el tema. Una de cada cuatro muertes de jóvenes se vinculan con el alcohol. Un estudio mostró que el 38 por ciento de los hechos de violencia en la provincia involucran a personas alcoholizadas. De las 2300 muertes anuales por accidentes de tránsito en la provincia, unas mil se ligan al alcohol”.
El 16 de marzo pasado, la OPS advirtió que “muchos homicidios, accidentes de tránsito, suicidios, violencia, violencia doméstica, abuso o maltratos y descuido de los niños ocurren cuando personas que no son alcohólicas ni dependientes del alcohol beben con exageración”, y, entre “las formas más eficaces de reducir el consumo”, destacó “la limitación de su disponibilidad; reglamentar dónde puede venderse, a quiénes y por quién, a qué hora y qué días. Estas medidas han demostrado su eficacia, pero suelen generar oposición de los vendedores y la industria”.
El control de las inscripciones en el registro será efectuado por los distintos municipios y “si es necesario, por las autoridades provinciales”, señaló Mate. De los 134 municipios bonaerenses, 131 firmaron convenios para su cumplimiento, salvo San Isidro, San Fernando y Tigre, “lo cual hace presumir que en estos municipios hará falta trabajar desde las estructuras provinciales”, previó Mate.