SOCIEDAD
› EN UN EDIFICIO DE AVENIDA DE MAYO AL 1100
Ochenta familias desalojadas
En la mañana, el comisario Luis Mansilla fue terminante: si las casi 300 personas que habitaban el edificio de Avenida de Mayo al 1139 no lo abandonaban en el transcurso del día, la policía actuaría “en consecuencia”, advirtió. De nada sirvió que algunos moradores esbozaran cacerolazos o amenazaran con tirar garrafas desde los balcones de la estructura en “peligro de derrumbe”, según el gobierno porteño. Cuando en la tarde dejaron el edificio de cuatro plantas con sus pertenencias en bolsas, colchones enrollados y camas derruidas a cuestas, los ocupantes denunciaron que adentro habían recibido malos tratos por parte de las fuerzas del orden.
El comisario inspector Carlos Basualdo, titular de la circunscripción primera, dijo que no tenía noticias de estas quejas. El inmueble, situado en el barrio de Montserrat, fue construido a principios del siglo pasado y constaba de 35 oficinas que, al caer en abandono, se convirtieron en hogar de desamparados. Una mujer dijo que residía allí con su familia porque “necesitábamos un lugar donde vivir”. Y si bien hizo constar que por ello “no pagamos nada”, quiso dejar en claro que “trabajamos honestamente y vivimos con lo que podemos”. Cada una de las 80 familias que lo habitaban recibirá un subsidio de 300 pesos por seis meses, por parte del gobierno porteño, para solucionar transitoriamente su problema de vivienda. El desalojo fue ordenado por el Juzgado en lo Correccional Nº 8, a cargo de Alejandra Gueiler. Según la policía, en los últimos días, en el interior de la vivienda se produjeron dos desmoronamientos, en los que no se produjeron víctimas.