SOCIEDAD
› UNA SUPERBANDA CON ARMAS PESADAS Y POSIBLE PROTECCION
Golpe frustrado en la Panamericana
› Por Raúl Kollmann
Un espectacular intento de robo se produjo ayer en la Ruta Panamericana, a la altura del kilómetro 49, en la localidad de Ingeniero Derqui. No menos de ocho ladrones, con escopetas, una ametralladora, pistolas Magnum, chalecos antibala y balizas portátiles como las que usan los vehículos policiales interceptaron un camión del laboratorio Bayer que llevaba medicamentos valuados en un millón de pesos. Se supone que en el mercado negro esa mercancía se vende en unos 400.000 pesos, cifra que una banda no podría obtener ni en varios robos a bancos. Pese a esta lógica, el fallido atraco presenta connotaciones extrañas: la organización parece haber tenido algún tipo de padrinazgo policial; el robo se frustró inexplicablemente y no hubo ningún detenido.
A primera vista, el golpe contra el camión de Bayer marca la reaparición de una banda grande en la provincia de Buenos Aires. En las últimas semanas se vieron organizaciones de ocho e incluso diez ladrones en Capital Federal, tanto en el asalto a una fábrica de cerraduras como en una textil. Sin embargo, el fenómeno no había aparecido en territorio bonaerense.
La organización delictiva usó al menos tres autos en la operación, un Ford Escort, un Renault Megane y Volkswagen Gol, y se le animaron al camión de Bayer que venía custodiado por tres integrantes de una empresa de seguridad privada. Hubo un tiroteo menor, con un pequeño rasguño por parte de uno de los vigiladores, y también intervinieron dos policías que estaban en un patrullero. Según los investigadores de la Bonaerense, los dos uniformados fueron el factor decisivo para abortar el robo.
Tras la intentona, la banda se dio a la fuga y hubo un intenso rastrillaje en el country Mapuche, donde supuestamente se metieron algunos de los integrantes. El superintendente de Investigaciones, Osvaldo Seisdedos, le dijo a Página/12 que “es casi seguro que los delincuentes no se metieron en Mapuche. Se alejaron 800 metros del lugar del asalto y desde allí no sabemos si huyeron a pie o tenían otros autos de apoyo”.
La hipótesis derivada del caso es que, ante las dificultades que ahora representa realizar un secuestro y la escasa cantidad de dinero que hay en las cajas de los bancos, se está buscando una nueva modalidad. Empezaron a aparecer bandas de envergadura que intentan robos de unos 100.000 dólares o más. El objetivo son empresas en las que, por ejemplo, haya fondos para el pago en negro de empleados. También se intentan operaciones más tradicionales –la conocida piratería del asfalto– con el robo de mercadería ya colocada de antemano. Ese podría ser el origen del golpe de la Panamericana. Los investigadores suponen que la banda estaría integrada por delincuentes pesados, que tienen experiencia en el robo de bancos.
Por supuesto que lo de ayer dejó picando la sospecha de participación o cobertura policial de la banda. “Nadie se atreve a andar con tantos autos, varios fusiles, una ametralladora, pistolas Magnum, chalecos antibalas y balizas en plena Panamericana sin tener una credencial policial para exhibir”, le dijo a este diario un veterano investigador de la Bonaerense. Es más, se dice que inicialmente los propios custodios del camión de Bayer confundieron a la banda con policías. Pero lo que más llama la atención es la facilidad con la que huyeron. En la Bonaerense afirman que el caso se está investigando, pero argumentan que esta vez las grandes bandas no son un producto bonaerense, sino que aparecieron primero en territorio porteño.