El camarista federal de Formosa Timoteo Albariño, a quien padres de alumnas de un colegio religioso acusaron por “corrupción de menores”, aseguró que es inocente. Mientras tanto, cuatro de la niñas involucradas en las denuncias por supuesta pornografía en pijama parties que se realizaban en la casa particular del magistrado prestaron ayer declaración testimonial.
“Soy un hombre del derecho y soy un juez y estoy, naturalmente, a disposición del juez. Desde ya, proclamo mi inocencia sobre este suceso que es de conocimiento público”, señaló Albariño en declaraciones a la prensa. El magistrado aclaró que sus abogados defensores, Alfio Chir y Delfín Ramírez, “aún no tuvieron acceso al expediente” y adelantó que se reincorporará “normalmente” a sus funciones en el tribunal formoseño donde subroga el cargo. “Oportunamente, cuando tenga el expediente de la denuncia en la mano, voy a ampliar mi respuesta a la prensa. Por ahora, lo que tenga que decir se lo voy a contar al juez interviniente”, agregó.
Su esposa, la diputada provincial Carmen Ramírez, dio a conocer un comunicado de prensa donde afirma estar “total y absolutamente ajena a los hechos que son de dominio público”.
El abogado patrocinante de una de las familias denunciantes, Ricardo Rojas, adelantó precisiones de la causa, que tramita en el Juzgado de Instrucción 4, a cargo de Héctor Shur. El letrado dijo que “los elementos con los que se ha dado inicio a la investigación” serían los “provenientes de una fundación que preside el juez Albariño y las testimoniales de cuatro alumnas compañeras de la hija del hombre”. “En los pijama parties organizados en la casa del juez se exhibían películas de carácter pornográfico y se hacían recorridas por páginas de Internet tipo XXX, inapropiadas para las niñas”, destacó Rojas. Por estos días, la hija mayor de Albariño no asiste a clases, mientras que las compañeras que han contando estos hechos a sus padres se reincorporarían hoy a la escuela.