La prevalencia de anemia bajó un 35 por ciento en chicos de hasta dos años que son beneficiarios del Plan Más Vida, en el plazo de un año. El programa es implementado en la provincia de Buenos Aires por el Ministerio de Desarrollo Humano y consiste en la entrega de una canasta alimentaria a familias en situación de vulnerabilidad social. La disminución de la anemia fue revelada por un estudio que midió el impacto del plan entre quienes reciben la asistencia alimentaria. El resultado de ese informe fue atribuido a la incorporación de productos fortificados con hierro en la canasta de ese programa durante el último año.
El Plan Más Vida se levantó sobre la estructura del antiguo Plan Vida, que arrancó en 1995. Conservó del programa antecesor, fundamentalmente, la enorme red de operadoras barriales, integrada por las llamadas manzaneras. Ellas son las encargadas de repartir entre los beneficiarios la ayuda alimentaria, a través de “más de 18 mil puntos de distribución” en la provincia, según indicó a este diario el titular de Desarrollo Humano, Juan Pablo Cafiero.
El Plan asiste a unas 700 mil familias de 51 distritos bonaerenses y está destinado a aquellas en las que hay mujeres embarazadas o en lactancia. También incluye a los grupos familiares donde hay chicos de hasta seis años. La entrega mensual a cada familia consiste en seis huevos, aceite, arroz, azúcar, fideos –un kilo de cada uno– y 2 kilos de harina fortificada. A este equipo se suman módulos específicos.
Para las mujeres embarazadas, diariamente, se agrega medio litro de leche fortificada con hierro. El segundo módulo contempla a los chicos se hasta dos años: si el hijo tiene entre seis y 12 meses, hay un litro de leche diario más; y medio litro, también diario, para los de uno a dos años. Este segundo módulo tiene medio kilo por mes de sémola fortificada y dos cajas mensuales de polvo para postre o flan. Por último, el tercer módulo contempla a niños de 2 a 5 años y consiste en medio litro diario de leche y un kilo de legumbres que se entrega mensualmente.
El informe que reveló la reducción de la anemia es una Evaluación de Impacto Temprano del Plan que fue elaborada por la Comisión de Investigaciones Científicas y contempló dos momentos. Las primeras mediciones se hicieron sobre 1516 beneficiarios, entre mujeres y niños, antes de ser incluidos en el programa. Un año después, 722 de ellos pasaron nuevamente por los exámenes bioquímicos. Estos estudios, que miden la hemoglobina, mostrarían que la prevalencia de anemia bajó de un 56 por ciento a un 37 por ciento en los chicos de hasta dos años. Esos datos implican una reducción del 35 por ciento en ese grupo.
Además, el estudio mostró que hubo una disminución de la deficiencia de ácido fólico en todos los grupos examinados. El titular de Desarrollo Humano subrayó en este punto “una ventaja hacia la salud” sobre este logro, porque la deficiencia de ácido fólico provoca, entre otras patologías, “malformaciones del tubo neural”, como la anencefalia o la espina bífida. Por otra parte, destacó la importancia de la red de manzaneras, a las que se sumaron las llamadas co-madres, trabajadoras voluntarias de un subprograma del ministerio del mismo nombre, que se articula con el Plan Más Vida. Ellas se dedican a acompañar a las embarazadas para que se realicen los controles médicos hasta el parto.
Asimismo, el titular de la cartera social indicó que los resultados obtenidos “estaban previstos recién en un plazo de dos años, porque los alimentos fortificados que se distribuyen son un suplemento preventivo, no tienen proyección terapéutica”, aclaró.