SOCIEDAD
› POLICIAS DESNUDAN A DOS MUJERES Y A UN LACTANTE EN ROSARIO
Un bebé sospechoso en el shopping
Adriana Casalotti tenía un plan sencillo para esa mañana: ir a comprar ropa a un centro comercial. Y decidió invitar a su hija, que aprovechó la salida para llevar a su bebé recién nacido. Las mujeres no imaginaban que en el medio del paseo, cuando ya habían hecho sus compras, se encarnaría la famosa “actitud sospechosa” que vieron en ellas dos policías. Los efectivos, un hombre y una mujer, las llevaron al baño del shopping. Allí, delante de los ojos de la agente, debieron levantarse la ropa. El bebé también fue revisado. Las clientas hicieron una denuncia por abuso de autoridad y ahora se les abrió un sumario a los efectivos.
Casalotti había hecho algunas compras en la tienda que la cadena C&A tiene en el Shopping Alto Rosario, ubicado en Junín 501. La acompañaban su hija Gisella y su nieto de apenas un mes. Cuando estaban a punto de irse, aparecieron los dos uniformados. Según un vocero policial consultado por este diario, los agentes sospecharon que las dos mujeres “eran mecheras”. Por eso las acompañaron al baño para hacer la requisa.
El hombre esperó en la puerta y la mujer entró con ellas. Allí estaba la encargada de limpieza del lugar. De acuerdo con la denuncia de Casalo-tti, los policías le pidieron que se retirara, pero ella quiso que se quedara para que oficiara de testigo. Entonces Adriana y Gisella vieron cómo sus carteras eran vaciadas en el piso, donde también fueron a caer las prendas recién compradas. Mientras tanto, la agente verificaba la compra de cada una de ellas con el ticket del local en la mano.
Según la denuncia, después obligó a ambas a levantarse los pantalones hasta la rodilla y a levantarse las remeras. No encontró nada e insistió pidiendo que le sacaran la ropa al bebé. Las mujeres se desesperaron y le explicaron que el chiquito era seismesino y había estado internado hasta hace pocos días. Sin escuchar, la mujer policía apoyó al bebé sobre un mármol, le sacó las batas y “le metió la mano en la espalda, el pecho y debajo de los pañales”. Furiosa por lo acontecido, Casalotti volvió a pedir explicaciones a la tienda donde había hecho sus compras. Pero allí le aseguraron que ellos no habían mandado a nadie detrás de ellas, ni tenían noción de lo que había ocurrido cuando se retiraron del local.
Casalotti se dirigió entonces al puesto de Atención al Cliente y fue atendida por el jefe de seguridad del shopping, Leonardo Campagna, quien le informó que los efectivos cumplían allí tareas adicionales. Uno de ellos trabaja en la comisaría 8ª, donde se presentó la denuncia, pero una fuente de esa seccional aseguró que la mujer no presta servicios allí.
Ahora se abrió una investigación para saber si los dos policías cometieron “abuso de autoridad”. “Podría tratarse de un caso de abuso por inexperiencia del personal, no obstante, es un tema sobre el que ahora deberá expedirse la Justicia Correccional”, afirmó una fuente policial.
En tanto, la vocera de prensa del shopping, Carolina Lascano, señaló que “a pesar de su rol público dentro del centro comercial, (los efectivos) no avisaron a la seguridad privada como corresponde al protocolo interno de trabajo”. Aseguró que “tenían que proceder de acuerdo con las normas de seguridad de la empresa, que obligan a acompañar a las personas hasta el puesto cero –el centro de operaciones de seguridad– y allí comprobar, junto a nuestro personal, si cometieron delito”. En cambio, la vocera aseguró que “en ningún momento lo hicieron y nos enteramos recién cuando se hizo el reclamo ante el puesto de Atención al Cliente”.
Las investigaciones quedaron a cargo de Juan José Alarcón, del Juzgado Correccional Nº 2, y de la división Asuntos Internos de la Policía santafesina. Según trascendió, se inició un sumario que podría derivar en la expulsión de los dos agentes, en caso de comprobarse que son culpables.