SOCIEDAD
Una travesti violada por siete guardiacárceles
Siete penitenciarios del penal de Marcos Paz, entre ellos dos altos jefes, violaron a una travesti detenida. La víctima presentó una denuncia, a la que agregó un profiláctico usado por los violadores. Temen por su seguridad.
› Por Horacio Cecchi
Omar Chabán no es el único motivo de conmoción en la unidad penal de Marcos Paz. Desde el viernes pasado, uno de sus alojados también lo es para las autoridades del penal. Y por cierto, un motivo que asegura mayor y más directa preocupación que la que puede proporcionar la presencia del empresario de Cromañón. El viernes pasado, Claudia, una travesti militante, alojada en el pabellón de travestis, gays y violadores, fue violada por siete penitenciarios en el sector de la peluquería del penal. De los siete, cuatro eran celadores, uno inspector y otros dos eran jefes que figuran entre las máximas autoridades del módulo. El motivo de preocupación para los siete y especialmente para uno de los celosos custodios es que a la denuncia presentada el lunes pasado ante el Juzgado Federal de Morón se añadió como prueba un profiláctico remanente con semen. Como denunciante de funcionarios y especialmente altas jerarquías, Claudia fue trasladada a una de las celdas conocidas como “de resguardo”, en el mismo penal. Como no queda claro para quién es el resguardo, si para ella o para los funcionarios que la violaron, lo que la Procuración Penitenciaria reclama es que sea trasladada a celdas de otra fuerza.
Dividida en cinco módulos casi independientes (tienen su propio director y jefe de módulo), el Complejo Penitenciario II de Marcos Paz fue presentado como una cárcel modelo, con celdas individuales, con cama, lavatorio, inodoro, escritorio con silla, armario, percheros y ventanas a los campos que rodean la unidad. Cada módulo, a su vez, está dividido en seis pabellones con 50 celdas cada uno, lo que lleva el total de internos a 1500.
El Pabellón 4 del Módulo 1 está destinado a travestis, gays y violadores. No está completo: tiene sólo 11 alojados. En teoría, el pabellón está destinado a la protección de sus internos, para evitar el contacto con el resto de la población carcelaria. Por más moderna que sea la unidad, lo que aún no se resolvió es cómo protegerlos de los propios integrantes del SPF.
Para el caso, el lunes 6 de junio, la abogada Angela Banni presentó una denuncia ante el Juzgado Federal de Morón contra siete funcionarios del Pabellón 4 por violar a uno de los internos. La denuncia estaba firmada por la víctima, Claudio Baudracco, por decisión Claudia Pía Baudracco, militante por los derechos de las travestis y una de las fundadoras de la Attta, Asociación Travestis, Transexuales, Transgéneros Argentinas.
El 30 de mayo, dos de los jefes más altos del Módulo 1, un inspector y cuatro celadores, trasladaron a Claudia al sector de peluquería, según consta en la denuncia penal, y la obligaron a mantener relaciones por vía oral y anal. Primero intentó resistir, pero las amenazas de muerte la obligaron a fingir que estaba de acuerdo. Luego fue regresada al pabellón. Allí comprobó que dentro de su ano uno de los violadores había dejado abandonado un profiláctico. Lo guardó en la heladera para conservar el semen. Después llamó a su abogada y esperó la visita.
El domingo 5 de junio le relató el hecho en persona a Banni y le entregó la prueba que supuestamente permitirá individualizar al menos a uno de los violadores. Al día siguiente, Banni presentó la denuncia. El Juzgado Federal de Morón se contactó con el tribunal federal 1 platense, donde reside la causa de Claudia. Ayer, Claudia fue trasladada a una celda de resguardo en el mismo penal. Con lógica, la Procuración Penitenciaria, a cargo de Francisco Mugnolo, intenta que la víctima de sus custodios sea trasladada a mejor resguardo.