SOCIEDAD
› ESPAÑA, EL TERCER PAIS EN CONSAGRAR
EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL
Con derecho a casarse y adoptar
El proceso que empezó en septiembre del 2004 concluyó ayer, con la sanción de la ley que autoriza los matrimonios entre personas del mismo sexo. La norma les otorga a las parejas gays los mismos derechos que a las heterosexuales, entre ellos el de adopción.
Por Emilio de Benito *
Desde Madrid
Las parejas homosexuales ya pueden casarse y adoptar niños en España. La Cámara de Diputados aprobó ayer, por 187 votos a favor, 147 en contra y cuatro abstenciones, la ley que permite el matrimonio gay. El presidente del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que la norma promovida por su gobierno “amplía las oportunidades de felicidad” y “restaura la dignidad y restituye la libertad” de los homosexuales. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, que acudió al Congreso a votar en contra, anunció que va a estudiar la presentación de un recurso de inconstitucionalidad. El Vaticano consideró la ley “aberrante y contra natura”.
Gays y lesbianas podrán casarse y adoptar como parejas. El pleno del Congreso levantó ayer el veto del Senado a la ley que permitirá el matrimonio entre personas del mismo sexo. La propuesta consiguió 187 votos –la mayoría está en 176–: los del Partido Socialista Obrero español (PSOE), Esquerra Republicana de Catalunya, Izquierda Verde, Partido Nacionalista Vasco (PNV), Bloque Nacionalista Gallego y Coalición Canaria (CC), entre otros. Celia Villalobos, del Partido Popular (PP), también votó a favor. Votaron en contra el PP y los diputados de Unió Democràtica de Catalunya, 147 votos en total.
El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió intervenir al final del debate. Fuentes del PSOE lo atribuyeron a que quería resaltar la importancia de la votación. “No hemos sido los primeros (en permitir que los homosexuales se casen), pero tengo por seguro que no seremos los últimos”, afirmó.
“No estamos legislando para gentes remotas. Estamos ampliando las oportunidades de felicidad para nuestros vecinos, compañeros de trabajo, amigos y familiares. Y a la vez estamos construyendo un país más decente. Porque una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros”, continuó Zapatero. En respuesta a quienes afirman que la ley es para unos pocos, Zapatero dijo: “Es verdad que son tan sólo una minoría, pero su triunfo es el de todos”. A los contrarios a la ley les argumentó: “No hay agresión ninguna al matrimonio ni a la familia. Más bien al contrario”; hay “valoración y reconocimiento del matrimonio”. “Esta ley no engendrará ningún mal. Su única consecuencia será el ahorro de sufrimiento inútil de seres humanos.”
Tras las palabras de Zapatero, el presidente del PP, Mariano Rajoy, quiso intervenir, pero el presidente de la Cámara, Manuel Marín, no se lo permitió. En rueda de prensa posterior, Rajoy calificó esta decisión de “lamentable” y quiso dejar en claro tres puntos: su “respeto” y el de su partido a las “personas homosexuales”; lamentar que la ley se hubiera utilizado para “atacar a un partido” y la “irresponsabilidad” de no haber buscado consenso. Rajoy añadió que su partido “estudiará” si presenta un recurso de inconstitucionalidad, ya que tiene dos meses para hacerlo.
La vocera del PP en el debate fue Ana Torme, para quien la opción del gobierno es “absolutamente minoritaria”. “Muchos homosexuales hubieran preferido que no se hubiera abierto” la división de la sociedad. La diputada no centró su discurso en el contenido de la ley, sino en su trámite. “Todo es táctica y oportunismo”, espetó hacia el presidente del gobierno. “No podían permitir que legisláramos entre todos”, y “han sacado la ley adelante” pese a la oposición del Senado, los informes del “Consejo de Estado, el Consejo General del Poder Judicial y la Academia de Jurisprudencia”. “Ustedes y sus socios arrasan con todos”, añadió. Para dar la igualdad a las uniones de gays y lesbianas –sin la adopción– “había caminos conocidos, pacíficos y seguros”, dijo Torme, en referencia a la ley de Uniones Civiles que su partido presentó en octubre. La voz de Torme fue la única discrepante en el hemiciclo. El resto de los portavoces coincidió en valorar la norma.
“Hoy hacemos historia. Nos traéis la libertad de la mano”, saludó la portavoz de Izquierda Verde, Isaura Navarro, a los gays, lesbianas y transexuales presentes. Sobre la adopción, Navarro criticó al PP por llevar a expertos como el psiquiatra Aquilino Polaino al Senado y afirmó que “por ser gay, lesbiana o transexual no se es ni más ni menos apto” para formar una familia. La representante del PNV, Margarita Uría, argumentó la constitucionalidad de la ley. “El artículo 32 de la Constitución llama al legislador a que regule” las formas del matrimonio.
La más dura fue la representante del PSOE, Carmen Montón, quien dijo que el PP defendía la “homofobia”, la “discriminación”, el “privilegio” y la “hipocresía”. Montón defendió la adopción porque los niños que ya viven en hogares formados por gays y lesbianas “están desprotegidos y discriminados”. Tras la votación, en la calle, la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales, Beatriz Gimeno, resumió la situación: “Es increíble haber llegado hasta aquí. Estoy llorando y riendo a la vez”.
* De El País de Madrid, especial para Página/12.
Subnotas