Obras edilicias que se estaban construyendo en forma “clandestina” en la estación de trenes de Once fueron clausuradas ayer por 80 inspectores de los gobiernos porteño y nacional. El operativo, que contó con el apoyo de la Policía Federal y la Guardia de Infantería, dispuso también el cierre de negocios no autorizados para funcionar o sin respeto por la higiene.
La clausura se dispuso luego de que se comprobara que las obras que se estaban construyendo no habían sido autorizadas por la Dirección de Catastro del gobierno porteño, señalaron desde la Secretaría de Seguridad porteña. En este sentido, la subsecretaria de Seguridad, Lía María, dijo que las obras no contaban “con autorización”.
Según la funcionaria, la obra era “un peligro para los transeúntes y miles de usuarios que circulan cada día por la terminal ferroviaria”. En tanto, decenas de comercios presentaban fajas de clausura, luego de que los inspectores detectaran, en algunos casos, severas infracciones, como la presencia de ratas, precisaron desde el gobierno porteño. Las obras habrían sido encaradas por la Asociación de Comerciantes de la Terminal de Once.