A través de organizaciones intermedias, los vecinos de La Boca, un barrio con alto índice de riesgo de incidentes, podrán capacitarse en metodologías de auxilio para los primeros minutos posteriores a un accidente, antes de que lleguen los organismos de socorro estatales. La propuesta de generar una “cultura de la autoprotección” se extenderá a los vecinos a través de jornadas abiertas, en el marco del Plan de Mitigación de Emergencias, en el que intervendrán especialistas del Estado, Bomberos Voluntarios y la Cruz Roja, entre otras instituciones. La idea, además, es trazar el mapa de riesgos de emergencias en cada barrio, pues el programa se extenderá a toda la ciudad.
El plan fue lanzado ayer en La Boca, el barrio con más organizaciones sociales y con un mayor índice de vulnerabilidad. “Hay muchos comedores comunitarios, conventillos, asentamientos. Y los vecinos tienen que saber ocupar roles en un plan de evacuación, utilizar matafuegos o dar primeros auxilios”, explicó a este diario Alfredo Ayala, director de Defensa Civil porteño.
El eje también está puesto en la reducción de daños. Por ejemplo, cómo ventilar un ambiente ante el uso de un brasero, si es que la situación socioeconómica de la persona la obliga a utilizar ese tipo de calefacción. Defensa Civil explicará las acciones que se pueden realizar “durante los 8 primeros minutos después de un accidente, que es el tiempo promedio que tardan en llegar la policía, bomberos o el SAME ante una emergencia”, sostuvo Ayala. Por su parte, miembros de la Cruz Roja de Argentina darán capacitación en primeros auxilios. Y los Centro de Gestión y Participación (CGP) se encargarán de la convocatoria y el reparto de un manual con recomendaciones para tener “un hogar más seguro”.
“Esta política de prevención persigue una cultura de la autoprotección y trazar un mapa de riesgos posibles en cada barrio”, sostuvo Lía Elizabeth María, subsecretaria de Emergencias del gobierno porteño e impulsora de la propuesta lanzada en el cuartel de Bomberos Voluntarios de La Boca. Allí se harán las próximas dos jornadas de capacitación, los miércoles siguientes. En las próximas semanas, las jornadas seguirán por otros barrios del sur: en el CGP 8, de Villa Soldati-Villa Lugano; en el 9, de Mataderos-Liniers (zonas con frecuentes derrames de amoníaco por los frigoríficos); el 4, de San Cristóbal-Boedo, y el 5, de Pompeya y Parque Chacabuco. La idea es cubrir todos los CGP de aquí a fin de año.
Luego de la reunión, Gustavo Olguín, de la asociación civil Nuestro Hogar, opinó que “la prevención es responsabilidad de los vecinos que pueden ayudar en un incendio o un accidente”. “Pero también del Estado –añadió Rubén Rosmarino, de la organización Aucache–, porque si un conventillo incendiado no se apaga enseguida, se prende fuego toda la manzana.”