Trece personas murieron y otras tres permanecen desaparecidas como consecuencia del accidente de un avión tunecino, con 39 ocupantes a bordo, que se partió ayer en tres pedazos al amerizar de emergencia frente a las costas sicilianas, en el sur de Italia, confirmó anoche Vincenzo Pace, comandante de la capitanía del puerto de Palermo. Los socorristas intentaban remolcar los restos de la carlinga hasta la costa, ya que la parte delantera y la cola del aparato se habían hundido a unos mil metros de profundidad. El charter ATR-72 de la sociedad Tuninter, filial de la compañía Tunisair, cubría el trayecto entre la localidad italiana de Bari y la tunecina de Djerba. La compañía aérea dijo que los 35 pasajeros tenían nacionalidad italiana y los cuatro miembros de la tripulación eran tunecinos. El ATR-72 es un avión de transporte regional equipado con dos turbohélices. “Los motores perdieron potencia y me he visto obligado a amerizar”, explicó el comandante del avión, Chafik Garbi, a especialistas de la aviación civil italiana. Precisó que el aparato entró en el agua con un ángulo desproporcionado. “Se trata de un accidente y no de un atentado terrorista”, aclaró el ministro de Infraestructura y Transportes, Pietro Lunardi. Cuando llegaron las lanchas de rescate, los 13 sobrevivientes ya habían logrado subirse a las alas del avión, que seguían a flote.