Los astronautas del trasbordador estadounidense Discovery comenzaron los preparativos para la delicada operación de retorno a la Tierra, adonde se estima que llegarán mañana, antes del alba, a la zona de la Florida. Con abrazos y apretones de manos, los siete tripulantes del shuttle se despidieron ayer de los dos colegas, un norteamericano y un ruso, que permanecen desde abril en la estación espacial internacional ISS, a la cual el Discovery estuvo enganchada durante ocho días, uno más de lo programado. Las maniobras para volver a la Tierra siguen despertando gran expectativa en el cuartel general de la agencia espacial estadounidense NASA, en Houston, Texas. Es el primer retorno a la Tierra de un trasbordador desde la tragedia del Columbia, ocurrida en febrero de 2003. El miércoles pasado, los expertos de la NASA ordenaron una caminata espacial fuera de programa. Uno de los astronautas, Steve Robinson, llegó hasta la panza de la nave, en una operación inédita en la historia de la agencia espacial, y logró remover con éxito dos trozos de material aislante desprendidos de la cubierta del Discovery. Las malformaciones provocadas por los desprendimientos sufridos durante el viaje de ida podrían haber modificado las condiciones aerodinámicas de la nave en el retorno a Tierra, poniendo en peligro a su tripulación.
Un desprendimiento similar, durante el lanzamiento del Columbia, provocó un pequeño agujero en el ala izquierda del trasbordador, que resultó fatal al momento del regreso a Tierra. La nave se desintegró al entrar a la atmósfera terrestre y los siete astronautas murieron. Los técnicos de la NASA sostienen que esta vez no hay riesgos. El comandante del Discovery, Eilenn Collins, dijo ayer que los días de permanencia en la ISS serán “recuerdos que nos acompañarán para siempre”.