“Fueron ellos, los guardiacárceles, en complicidad con los policías, los que lo dejaron escapar para que así no contara durante el juicio lo que sabía sobre los policías involucrados con secuestros”, acusó la madre de Martín “El Porteño” Luzi, el presunto autor de secuestros extorsivos que el viernes se fugó de una cárcel de máxima seguridad cordobesa. La hipótesis de Inés Heredia no termina allí, culmina de un modo más oscuro: “Creo que va a aparecer muerto en manos de la policía”. El fiscal del caso habló en la misma tónica, consideró que hubo irregularidades “gravísimas” y “desidia y omisión” de parte de los oficiales a cargo del penal.
Para sostener sus afirmación, Inés Heredia aseguró que tiene en su poder una carta donde su hijo detalla la participación de policías en delitos por lo que él iba a ser juzgado a partir del próximo jueves. “Mi hijo sabía muchas cosas sobre policías involucrados en secuestros. Y a la policía le convenía que lo dejaran ir”, aseguró. La mujer afirmó que el original de la misiva escrita por El Porteño está en poder de un escribano, que existen cuatro copias de ese papel y las dará a conocer en caso de que su hijo corra el riesgo que ella sospecha.
A días del juicio en su contra por el secuestro extorsivo del productor rural Marcelo Dezotti, ocurrido en marzo de 2003, Luzi escapó el viernes por la noche junto a Gustavo Alfredo Sánchez y Gustavo César Sosa, otros dos detenidos, del Bouwer, el penal de máxima seguridad de Córdoba. A Luzi se lo vincula también con los secuestros de Alfredo Goso y el de María del Carmen Barceló, ocurridos en 2002.
El rumor de que la huida de Luzi habría sido en una avioneta desde un aeródromo de la ciudad de Alta Gracia con destino a Bolivia, Buenos Aires o Santa Fe no fue descartado. Lo que tampoco desestimó el fiscal de la causa, Roberto Mathew, es la posibilidad de que los policías acusados hubieran recibido entre 300 mil y 500 mil pesos de “coimas” para facilitar la fuga. Y ante esta alternativa dio a conocer que se está investigando el estado patrimonial de cada involucrado.
Mathew fue categórico: “Para escapar, Luzi debió atravesar al menos cinco puertas de seguridad” y durante el lapso en el que salió a la calle “no se activó ningún sistema de alarma, nadie pudo observarlos, y no se efectuó ni un solo disparo”. Por estos hechos, el fiscal afirmó que hubo “desidia y omisión” en los empleados penitenciarios.
Ricardo Moyano, abogado del prófugo, no quiso ser menos; puso en duda que su defendido “se haya ido por su propia voluntad” y dijo que “hay mucha gente comprometida” en el caso. Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad cordobés, Héctor David, sostuvo que la presunta responsabilidad policial en secuestros “no es la hipótesis que se está manejando en la investigación”; pero no negó que “hubo colaboración interna y externa” para el escape.