SOCIEDAD
El paredón caído por el temporal sumó otra muerte a la tragedia
Nueve horas después de caerse, apareció el cuerpo de una chica bajo los escombros en Lanús. Ya había muerto un remisero.
› Por Carlos Rodríguez
La melancolía del “sur, paredón y después” se transformó en tragedia. En Valentín Alsina, a metros del puente de Pompeya, escenario del tango famoso, en medio de la tormenta del martes por la noche, una muralla de cinco metros de altura se desplomó como un castillo de naipes y mató a dos personas. El paredón sin después formaba parte de la fachada de la fábrica textil Campomar, desactivada hace más de 30 años. A lo largo de la avenida Remedios de Escalada, el muro se extiende unos 500 metros. Un sector ubicado en el cruce con la calle Yatay se vino abajo con ayuda del viento de 98 kilómetros por hora y la crisis endémica de una zona que supo ser fabril. Romina Ojeda, de 19 años, que esperaba el colectivo 179 para regresar a su casa de Villa Fiorito, apareció bajo los escombros. La encontraron los bomberos nueve horas después de su muerte, en la que nadie había reparado. La otra víctima, sobre la que se informó el mismo martes, fue el remisero Nereo González, de 60, que iba en su auto, de regreso a la base. En el conurbano bonaerense, además de las dos muertes, cerca de 3300 personas seguían ayer en los centros de evacuados por la inundación.
“Romina era una compañera de trabajo. Estaba esperando el 179 y nadie se dio cuenta de lo que le había pasado. Debe haber muerto a eso de las siete y media de la tarde. La encontraron los bomberos cerca de las cuatro de la mañana.” Carlos conoció a Romina en una fábrica de zapatillas que está en la calle Yatay, a dos cuadras del lugar del accidente. La endeblez del muro había sido advertida, hace dos meses, por la revista El Puente, de Valentín Alsina. Voceros de la Municipalidad de Lanús aseguraron que habían ordenado a la empresa Raisin SA, actual propietaria de lo que fue la planta de Campomar, que apuntalara el paredón.
“La Secretaría de Obras Públicas había intimado a la empresa Raisin SA (...) para que efectuara los trabajos de refacción pertinente”, hizo saber ayer la comuna en un escueto comunicado. Las fuentes aseguraron que hay constancia de la intimación en el Tribunal Municipal de Faltas de Lanús.
En Remedios de Escalada al 3500, unos 30 metros lineales del muro se cayeron. Los escombros taparon toda la calzada y algunos llegaron a la vereda de enfrente. El empleado de una estación de servicio vecina aseguró a este diario que “una chica que iba en un Fiat Uno se salvó de milagro”. Del sector afectado, como si estuviera establecido por decreto, sólo quedó en pie la base del muro, donde todavía puede leerse la pintada en apoyo al intendente de Lanús: “Manolo Quindimil, firme junto al pueblo”.
En la década del cincuenta, Campomar era una empresa líder y la planta, que ocupa cinco manzanas, funcionaba a pleno. El cierre y los despidos masivos se produjeron a mediados de los setenta. Desde entonces, el predio abandonado fue motivo de mitos varios, entre ellos su posible utilización durante la dictadura como centro clandestino de detención. En los noventa, el esqueleto de la fábrica y los terrenos fueron comprados por la empresa Raisin. El enorme tinglado que sostenía el techo de hierro y chapas fue desmantelado lentamente por “manos anónimas” y las paredes, con mal de ausencia, se convirtieron en una señal de alerta que nunca fue escuchada. Ahora quedó abierta una causa por “homicidio culposo” que lleva adelante el fiscal de Lomas de Zamora Andrés Devoto y que tiene la tarea de encontrar a los responsables.
Defensa Civil bonaerense informó ayer que los evacuados en toda la provincia llegaron a 3700. De ellos, sólo 400 retornaron a sus hogares. Las zonas más afectadas, en el Gran Buenos Aires, fueron Lomas de Zamora, Pilar, Ezeiza, Avellaneda, Escobar, Malvinas Argentinas, José C. Paz, Quilmes, Berazategui, La Plata, Berisso, También hubo evacuados en los municipios De la Costa, Villa Gesell, General Lavalle y en Punta Indio. En la Capital Federal cayeron unos 40 árboles y seis autos quedaron destruidos al desplomarse sobre ellos la pared de un garaje. En poco más de un día, las lluvias llegaron a los 124 milímetros, cuando en todo el mes de agosto el promedio llega apenas a los 70 milímetros.
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