SOCIEDAD
› GREENPEACE DENUNCIA LA QUEMA DE UN BOSQUE EN SALTA
Fuego después del desmonte
“Un cuadro dantesco”, fue la clásica frase utilizada por un miembro de Greenpeace para describir lo que parece ser una modalidad no menos clásica del desmonte de bosques nativos salteños: la quema de árboles. Entre las cenizas de los árboles encontradas en una finca de la zona de Joaquín V. González, en Salta, no sólo se hallaron especies alimentarias y medicinales destruidas, sino también animales que comparten esa zona con yaguaretés y tatú carretas, dos especies en riesgo de extinción. La novedad fue dada a conocer por la organización ecologista que llegó hasta allí para reclamar al gobierno nacional que frene el desmonte que, según la ONG, “por día alcanza una superficie equivalente a veinte canchas de fútbol”.
El rectángulo de cenizas “de entre 15 y 20 hectáreas”, dentro de la finca Los Algarrobos –que pertenecería a un empresario ligado a un club de fútbol porteño– fue encontrado por los activistas de Greenpeace desde helicópteros que monitorean el territorio salteño, en un radio que abarca Santiago del Estero, Tucumán y Chaco.
“Desde el aire se vieron las topadoras arrasando los bosques para abrir espacio a la soja”, el monocultivo que avanza en esas tierras. Ayer, lo que avanzó fueron las motos de los jaguares de Greenpeace, que trabaron las orugas de esas topadoras, contó a Página/12 Oscar Soria, de esa ONG. “Entre las cenizas había restos de animales”, añadió desde el bosque nativo que está ubicado en la región del Chaco seco que, afirmó, es el segundo sudamericano en importancia después del Amazonas.
Desde el aire, el proceso de desmonte es “fácil” de advertir: la tierra tiene caminos abiertos sobre los cuales pasan las topadoras que encadenan y derriban árboles. “En casos como el de Los Algarrobos, la quema es para abaratar los costos que implica acopiar o trozar los troncos”, señaló el ambientalista. Pese a que el desmonte es “legal”, puesto que sólo necesita la autorización del gobierno provincial, “la quema no está permitida en la ley de desmonte –sostuvo la organización ecologista– y tiene como fin el aprovechamiento de la madera”.
No obstante, según Osorio, el desmonte registrado ayer no sirvió “ni siquiera para la explotación de la madera o que los wichís (de la zona) la usaran como leña”. Desde la ONG se informó que “antes se habían encontrado terrenos quemados, pero ninguno como éste; con lo cual quedaron demostrados los motivos por los cuales venimos reclamando al gobierno que pare los desmontes”.