Carmen Sánchez vendía celulares. Hace quince días intentaron robar su local, pero gritó de tal modo que evitó el atraco. Hizo la denuncia en la comisaría 27ª de la Ciudad de Buenos Aires. A los días, recibió amenazas de muerte. Ayer, un hombre entró al comercio, le pegó dos tiros en la cabeza y se fue en un taxi sin robar nada. La policía también sospecha que pudo tratarse de un “problema familiar”, aunque no descartó otras hipótesis.
El “fusilamiento” –como lo calificó un comisario– ocurrió ayer al mediodía en el local de telefonía celular de Corrientes 5236, en Villa Crespo. Allí estaba Carmen, de 51 años. A las 12.05 entró un hombre “alto y de contextura física grande” que luego salió “con la ropa manchada con sangre”, subió a un taxi y desapareció, atestiguaron los vecinos.
El cuerpo de la mujer fue encontrado con un disparo en el cuello y otro en la cabeza, efectuado con una pistola calibre 45 apoyada en el cráneo. Se encontraron dos cápsulas en el piso. Carmen murió en el acto. “No fue robo”, afirmó Carlos Basualdo, inspector de la Circunscripción 5a de la Policía Federal. “Se está buscando por el lado de algún problema familiar”, añadió.
A mediados de agosto, al comercio le habían roto las vidrieras y robado equipos de telefonía. Hace quince días, dos delincuentes entraron y, ante los gritos de Carmen, huyeron sin robar. Un compañero de la víctima calificó de “barbaridades” las versiones que hablan de un crimen pasional.