SOCIEDAD
› SEGUN UN PRESO, LA GUARDIA ORGANIZO LA FUGA DE LUZI
Con una ayudita de los amigos
“No sabían si hacernos fugar por las ventanas de las celdas o por la puerta principal. Al final, nos abrieron todas las puertas y nos hicieron ir”, dijo Gustavo Alfredo Sánchez, uno de los dos internos del penal cordobés de Bouwer que fugaron junto con el Porteño Luzi y fueron recapturados semanas atrás. Sánchez afirmó que fue el Servicio Penitenciario quien organizó la huida, dijo creer que el escape había sido financiado desde fuera y que del operativo estaban enteradas jerarquías carcelarias y políticas. El preso hizo las declaraciones durante una entrevista concedida a un medio local en el penal de máxima seguridad de donde había escapado.
“Yo creo que financiaron la fuga –confió Sánchez durante la entrevista publicada por el periódico La Voz del Interior–. Si Luzi hubiera tenido plata, me habría pagado y cada uno se habría ido por su lado. El viernes nos iban a dar entre 50 y 70 mil pesos para que fuéramos a Chile y no volviéramos más.”
El preso aseguró que “para llegar a La Rioja nos llevaron en el mismo vehículo que nos trasladó desde Bouwer a Villa El Libertador y dos horas después a Villa Allende. Martín tenía un pack de doce celulares y con cada uno hacía dos llamadas. Después los tiraba”. Sánchez agregó que el mismo auto los trasladó luego hasta la ruta donde hicieron “postas” en autos y a pie hasta llegar al poblado de Vinchina, en la provincia de La Rioja, y cercano a la frontera con Chile. El preso además sostuvo que “nos abrieron las puertas y todo estaba planeado para el día de la huelga policial. Sólo ese turno estaba enterado de la fuga”.
Seis guardias se encuentran detenidos acusados de haber facilitado la fuga de Martín “el Porteño” Luzi, Gustavo Alfredo Sánchez y Gustavo Sosa, el 12 de agosto pasado. Según una filmación de cámaras de seguridad del mismo penal, Sosa llevaba puesto un uniforme de guardiacárcel, Luzi vestía una campera azul y llevaba un bolso y Sánchez iba vestido con ropa de fajina y cargaba la valija de herramientas donde guardaba las armas que utilizaron para reducir a los rehenes.
En la película se veía cuando el grupo alcanza la salida y cuando pasaban por las torretas. Según un investigador, el grupo pasó a menos de 15 metros de los guardias de las torretas y era imposible que no los hubieran reconocido.
También se observa cuando fugan en una Trafic. Según las imágenes, no iban a fugar en la camioneta, sino en una ambulancia de la prisión de mujeres, dato que surge de una deducción: que se pidió una ambulancia para asistir a un guardia asmático. Cuando llegó la ambulancia, los presos intentaron subir y el médico se resistió, por lo que lo golpearon. En ese momento es que llegó la Trafic y el trío optó por cambiar de planes y subió a la camioneta. En la inspección del penal se determinó que había un barrote limado en la celda 95 ocupada por Luzi y otro limado en la de Sosa. Los cortes habían sido realizados el mismo día de la fuga y no está claro por qué se tomaron el trabajo de hacerlos si fugaron de otro modo.
Los guardias se declararon inocentes y patearon culpas hacia arriba. Uno aseguró que es maestro de cocina y que lo destinan a ocupar puestos para tapar baches, porque no alcanza la gente. “Me hacen cubrir puestos como un comodín –señaló el penitenciario Juan Flejer–. Inclusive, las alarmas no funcionan desde hace tiempo.”
Otro guardia detenido, Damián Vera, había asegurado que sólo tenía ocho meses de antigüedad, que se encontraba en la torreta de vigilancia. Vera aseguró que “de las 10 torretas que se encuentran en el núcleo se cubren siete, alternando una abajo y una arriba”. Vera denunció que los proveen de cartuchos vencidos y que no tienen alcance a más de diez metros.