Dos integrantes de un equipo de científicos y militares argentinos en la Antártida cayeron a una profunda grieta el sábado al mediodía. Ayer, eran buscados intensamente por un helicóptero de la base Marambio. Otros tres integrantes del equipo fueron rescatados con éxito. “No podemos darlos por desaparecidos”, dijo anoche un vocero de Cancillería. Un grupo de rescatistas de varios países trabajaba a última hora de ayer en el lugar. La Cancillería anunció que los trabajos de rescate continuarán a primera hora de esta mañana. Los integrantes desaparecidos son un biólogo y un militar. Los expertos calcularon que el fondo de la grieta alcanza, en algunas zonas, los 100 metros de profundidad. La patrulla extraviada el sábado pasado se encontraba realizando un relevamiento de rutina a aproximadamente unos 8 kilómetros de una base coreana.
La expedición perdida estaba integrada por cinco de los dieciséis argentinos de la base Jubany, una de las bases más prestigiosas en desarrollo científico del continente antártico, donde viven civiles y militares. Aunque depende directamente del Instituto Antártico Argentino de Cancillería Nacional, Jubany suele estar administrada alternativamente por las Fuerzas Armadas y la Marina. La patrulla que el sábado pasado terminó cayendo en la grieta estaba integrada por un grupo de expertos. Entre ellos, el biólogo Augusto Thibaud, con más de veinte años de experiencia en glaciares, y el suboficial Teófilo González, los dos integrantes que continuaban desaparecidos.
Hasta anoche, Cancillería no sabía cuál había sido exactamente el objetivo de la expedición. “Salieron cinco hombres en tres motos”, explicó Sergio Policastro, encargado de Relaciones Institucionales de la Dirección Nacional de la Antártico. “Ninguno era improvisado, pero de pronto cayeron en la grieta: ahora nosotros no podemos saber si realmente se equivocaron o no. Normalmente estas patrullas circulan con un GPS (radar satelital), lo que pudo haber pasado es que el puente de hielo haya estado más delgado de lo normal y cedió cuando lo atravesaron”.
Aunque se supone que la patrulla salió a realizar un relevamiento de rutina o uno de los habituales reconocimientos sobre la nieve, el operativo no cumplió con todas las formalidades previas porque no quedó asentado en la base Jubany. “Cada base tiene una autonomía relativa y en realidad deberían haber informado sobre la actividad”, continuó el vocero. De acuerdo con la información que pudo reconstruir el Instituto, la grieta literalmente se tragó a dos miembros de la tripulación y una moto. El resto quedó varado a unos ocho kilómetros de la estación coreana desde donde ayer se organizaron los rescates. Los primeros cálculos indicaron que la grieta tenía en promedio unos 30 metros de profundidad, pero el Instituto manejaba información sobre sectores donde los pozos llegaban a cien.
La patrulla pidió auxilio por radio, pero la señal llegó primero hasta la base Frei de Chile y una base coreana ubicada a 8 kilómetros de la grieta. Un helicóptero chileno salió temprano a hacer los primeros sobrevuelos cuyas imágenes recorrieron el mundo. A las 10.40 de la mañana de ayer, en cambio, desde la base Marambio un equipo de especialistas se trasladó a la base coreana para terminar con los operativos. Alrededor de las seis de la tarde, poco antes de la caída del sol, los socorristas pudieron rescatar a tres de los cinco argentinos. A primera hora de hoy, se especulaba anoche, todos volverán a trabajar en las grietas.