SOCIEDAD
› QUISIERON APUÑALAR A UN POLICIA
Dos chicas de temer
Fue una mañana de niños y adolescentes ladrones en Barrio Norte. Con epicentro en la calle Arenales al 3200, donde un policía de la comisaría 21ª se lució al controlar a dos chicas de 16 años y, en otro hecho, a tres cuadras y a los pocos minutos, a un nene de diez. Ellas estaban armadas con un revólver calibre 22 y un cuchillo casero de “ocho centímetros” de largo. El pibito chorro –con antecedentes según informó la Policía Federal– llevaba un cuchillo de cocina.
El uniformado que intervino se salvó de los cuchillazos de una de las chicas “gracias al uso del chaleco antibalas que se convirtió en un elemento impenetrable”, según el parte policial. Ese intento de robo, en el edificio de Arenales 3270, fracasó por los ruidos que hicieron las chicas en el departamento del piso 11. El encargado del edificio escuchó que golpeaban algo y llamó a la comisaría. El suboficial no tardó en llegar al lugar.
Como es el único departamento del piso, las amigas habían sido poco sutiles para entrar. Sencillamente hicieron un agujero que les permitió abrir la puerta. Al menos eso es lo que vio el policía cuando se abrió la puerta del ascensor. Fue cuando una de las chicas salió a enfrentarlo con un revólver calibre 22. Pero él alcanzó a abalanzarse sobre la muchacha y comenzaron a los tumbos. Fue cuando en auxilio de la que estaba en combate intervino la otra con el cuchillo. Intentó darle en la espalda, el pecho, el abdomen. Pero el chaleco antibalas resultó útil también para las puñaladas. El policía logró deshacerse de las chicas recién cuando llegó ayuda de la seccional. Y salió ileso.