SOCIEDAD
› DURA CONDENA EN TIERRA DEL FUEGO
Gatillo fácil en el sur
El gatillo fácil llegó a Tierra del Fuego, donde ayer fue condenado a 16 años de prisión un cabo de la policía local por haber asesinado a balazos, como cierre de una discusión, a un ex convicto que había recuperado su libertad en forma reciente. El cabo Jorge Saldivia, de 30 años, fue condenado por “homicidio agravado” y se le aplicó una inhabilitación para ocupar cargos públicos en el futuro, además de una orden para que se someta en prisión a un tratamiento psicológico.
El homicidio ocurrió el 2 de agosto de 2001, cuando Saldivia mató de dos balazos a Cristian Silva, de 25 años, con quien mantuvo una discusión en el interior de la rotisería La Piamontesa, en la ciudad de Río Grande. Luego de producido el entredicho verbal, el policía entró al baño y cuando salió, sin mediar palabra, le pegó dos tiros a Silva.
Erika Silva Bustamante, la mamá de Silva, se constituyó en parte querellante y al declarar en el juicio calificó de “inútiles e ineptos” a los miembros de la policía fueguina. Hasta un colega del cabo, el agente Raúl Avellaneda, admitió que Saldivia constituía “un peligro tanto para los presos como para los policías”.