Mié 21.12.2005

SOCIEDAD

Proceso y preventiva al acusado del crimen y violación de Núñez

La jueza consideró que hay semiplena prueba de que Claudio Alvarez raptó, violó e intentó asesinar a la chica de 13 años y que mató a su madre.

› Por Raúl Kollmann

Para la jueza María Cecilia Perzán, Claudio Alvarez raptó y violó a la adolescente Berenice, lo cual es doblemente grave porque hubo penetración y porque se trata de una menor. Luego asesinó a su madre, Elsa Escobar, para silenciarla y también intentó matar a la propia Berenice, a quien le clavó dos puñaladas para que no lo denunciara. De quedar probadas todas esas imputaciones en el juicio oral, Alvarez será condenado a reclusión perpetua y pasará el resto de su vida en la cárcel. No podrá pedir la libertad condicional ni siquiera una vez cumplidos los 25 años de prisión –en ese momento tendrá 56– por tratarse de un reincidente y para que a los 70 años le concedan la prisión domiciliaria tendrá que firmar un psiquiatra, algo que esos profesionales no suelen hacer porque no quieren correr riesgos de que la patología vuelva a aflorar. La buena noticia para Berenice es que se constató que Alvarez no es portador de VIH.
La jueza aceptó los argumentos del fiscal Marcelo Martínez Burgos y del abogado querellante, Claudio Mazaira, quien representa a Sandra, la hermana mayor de Berenice, mientras que desechó el pedido de nulidad planteado por el abogado de Alvarez, Luis María Llaneza.
En su dictamen, la magistrada se basa en el relato que le hizo Sandra, cotejándolo paso a paso con las pruebas que se recogieron. Por ejemplo, Berenice le contó a su hermana que el violador y asesino tenía zapatillas Topper blancas. En el allanamiento al domicilio de Alvarez se encontró un par de zapatillas de esa marca en un balde con lavandina. Hecho el análisis, se determinó que el químico borró manchas de sangre, pero quedó algún rastro que no permitió determinar el grupo sanguíneo pero sí que se trataba de sangre.
El otro contraste que hizo Perzán fue entre la coartada de Alvarez y las pruebas. El imputado dijo que no estuvo en el departamento de las mujeres, pero se encontró una huella palmar y rastros de saliva en un vaso. Además, Alvarez sostuvo que pasó la noche en casa de su madre, mientras que el listado provisto por las telefónicas demostró que desde su domicilio se hicieron 35 llamadas a prostitutas hasta las tres de la mañana, justamente la hora en la que habría empezado el ataque a Elsa Escobar y su hija.
La jueza aclara que toma la determinación aún sin tener todavía los resultados del ADN, que recién estará listo la semana que viene. Lo que se está cotejando son restos de semen encontrados en la bombacha de Berenice con restos de semen que quedaron en el calzoncillo de Alvarez. Pero, además, se está verificando si también hubo violación de la madre –la autopsia sostiene que no hubo penetración–, lo que agregaría otra acusación contra el hombre ya que por ahora sólo se lo acusa de la violación de la hija.
El abogado de la hermana de Berenice adelantó ayer que la semana próxima la adolescente va a declarar. Lo hará con el método de la cámara Gesell, algo inhabitual en una chica de 13 años, pero tratándose de una situación tan traumática se prefirió utilizar ese método. Las preguntas las hará una psiquiatra y a través de los vidrios las partes podrán presenciar el testimonio. Existe un sistema de sonido por el cual la magistrada puede hacerle llegar preguntas al oído de la profesional.
El defensor de Alvarez, Luis María Llaneza, insistió ayer en que cree en la inocencia de su cliente y denunció malos tratos por parte de otros reclusos del penal. El abogado dejó entrever que el Servicio Penitenciario Federal no está haciendo lo suficiente para protegerlo y que llegue con vida al juicio oral. Los especialistas coinciden en que Alvarez corre un doble riesgo de aparecer colgado en una celda: en las cárceles no se perdona a los violadores ni a los asesinos de mujeres. El acusado ya estuvo ocho años preso y seguramente en ese tiempo sufrió graves vejaciones. Alvarez será sometido hoy a una rueda de reconocimiento en el marco de otra causa en la que una joven fue violada en abril también en Núñez.
Sandra, la hermana de Berenice, relató ayer en el programa radial El Exprimidor que la adolescente se está recuperando lentamente. Una vez que fue dada de alta en el Hospital Pirovano, se le otorgó la guarda a la hermana, ya que el padre, Jorge Bracco, fue excluido del hogar por un juez de familia a raíz de las denuncias de que amenazaba y agredía a la asesinada Elsa Escobar y a su hija Berenice e incluso se paseaba por la casa con un arma. Ahora, recluida en el domicilio de Sandra, habla de vez en cuando de lo ocurrido, aunque sólo con su hermana y tiene vedado ver los noticieros para no revivir el drama.

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