Vie 27.01.2006

SOCIEDAD

Seis policías presos en Corrientes por tres muertes en una comisaría

Tres jóvenes murieron como consecuencia de un incendio en una seccional. Sus familiares denunciaron falta de asistencia para rescatarlos del fuego. Quedaron detenidos los policías de guardia.

La Justicia de Corrientes ordenó la detención de los seis policías que estaban de guardia en la comisaría séptima en la madrugada del 13 de enero, cuando se produjo un incendio que provocó quemaduras graves a cuatro detenidos, tres de los cuales fallecieron. El fuego se había originado en una protesta de los detenidos por presuntos “malos tratos” por parte de la policía local. Dos de los fallecidos eran menores. El sobreviviente está internado en el Instituto del Quemado, de Buenos Aires, en estado reservado. El juez caratuló la causa como “incendio seguido de muerte y abandono de persona en concurso real”. Los policías fueron detenidos después de que los familiares de las víctimas denunciaron la falta de asistencia policial para rescatar del fuego a los jóvenes y que dos de ellos “estaban esposados a las rejas de los calabozos”.

El jueves 12 entre las 20 y las 24, tres jóvenes fueron detenidos por averiguación de antecedentes por un presunto robo que habría ocurrido horas antes por la zona. En la seccional séptima de la capital correntina funciona además una alcaldía de menores. El primero en caer fue Daniel Romero, de 22 años. Iba en su moto y, según cuentan algunos testigos de la detención, “fue golpeado y esposado”. Una hora más tarde ingresó Ariel Escobar, de 25 años, quien aún está internado en el Instituto del Quemado en Capital Federal. Alrededor de las 23.30, Matías Martínez, de 16 años, “fue a comprar pan a la almacén del barrio”, según contó su mamá, Silvia Paredes. “Cuando lo vio la policía lo detuvo porque corrió para meterse en la almacén. Lo agarraron del pelo y le pusieron una Itaka en el cuello”, relató. “Cuando fui a la comisaría me dijeron que lo pase a buscar al otro día”, dijo. Los tres quedaron detenidos en una pequeña celda.

En la alcaldía de menores estaba Ricardo Pared, de 17 años, detenido hacía dos meses por un supuesto homicidio. El mismo jueves 12 de este mes, “la Justicia le había dado permiso ese día para salir porque iba a ser papá, y quería ver a su hijo”, explicó su hermana, María Gladis Pared, a Página/12. “Su novia estaba internada y lo llamaron para avisarle que estaba a punto de dar a luz”, dijo.

Según relató la hermana de Pared, “como los policías no lo dejaron salir, se tragó una bombilla de mate para protestar”. Ricardo estaba en un pabellón, y “cuando los policías lo vieron con problemas para respirar, lo pasaron a una intercelda que estaba en el medio de ambos pabellones”, relató Gladis. “Al no ser atendido, los cuatro detenidos empezaron a hacer ruido y otros reclusos a quemar colchones para que atiendan y suelten al joven de 17 años”, explicó Hilda Presman, integrante de la Comisión de Derechos Humanos de Corrientes. “Esa es la forma que tienen los reclusos de protestar. Es la manera que tienen para que los escuchen”, puntualizó, y destacó que “por las quemaduras, aparentemente, Martínez y Pared habrían estado esposados a la celda debido a las lesiones en el rostro, tórax y manos”.

Alrededor de las tres de la mañana, el fuego alcanzó la intercelda, y según relataron los familiares de los chicos, “los policías que estaban de turno no hicieron nada”. Cuentan los testigos, y algunos de los familiares –que estaban en la puerta de la seccional– que unos hombres que estaban en un local de comidas rápidas “agarraron un soporte para estacionar bicicletas y después de golpear varias veces la celda, lograron romper el candado”. A casi una hora de haber comenzado el incendio apareció un móvil policial y los llevaron a los hospitales Escuela y Vidal de Corrientes.

El sábado 14, Daniel Romero (22) falleció por causa de las graves heridas provocadas por el fuego. Su cuerpo estaba quemado en un 90 por ciento; el domingo 22 murió Matías Martínez (16). Los médicos dijeron que tenía el 76 por ciento del cuerpo quemado. Silvia Paredes, su mamá, reclamó que en el momento del incendio “no le avisaron nada del estado de Matías, ni desde hospital, ni de la policía”. “Lo que vi fue impresionante. Hacía unas horas lo había visto corriendo y me lo entregaron así”, contó.

El martes último fue Ricardo Pared (14) quien falleció, con el 67 por ciento de su cuerpo quemado. “A mi hermano no lo dejaron salir y se tragóla bombilla para poder ver a su hijo”, destacó su hermana. “Nadie me avisó. Me enteré por una vecina que me contó lo que pasó y ahí me contacté con mis padres.” El único sobreviviente de los cuatro jóvenes, Ariel Escobar, fue trasladado al Instituto del Quemado, donde aún permanece internado sin respirador artificial, pero en estado reservado.

Los seis policías de la seccional séptima de Corrientes fueron detenidos el mismo martes, por orden judicial. En tanto, el subsecretario de Seguridad de Corrientes, Manuel Aguirre, informó a este diario que “el comisario y el subcomisario de la seccional fueron puestos a disponibilidad de inmediato”. La causa quedó caratulada como “incendio seguido de muerte y abandono de persona en concurso real”.


Informe: Luciano Zampa.

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