Sáb 04.02.2006

SOCIEDAD  › MAS DE MIL MUERTOS POR UN BARCO QUE SE HUNDIO EN EL MAR ROJO

Naufragio al regreso desde La Meca

El ferry iba a Egipto con obreros y fieles. No se sabe la causa del desastre. Hay 200 sobrevivientes. Ya encontraron 185 cuerpos.

Por Juan Miguel Muñiz *
Desde Jerusalén


Egipto vivió ayer la tragedia marítima más dramática de su historia reciente. Un buque que transportaba a 1272 pasajeros y 96 tripulantes se hundió la noche del jueves en aguas del Mar Rojo en medio de fuertes vientos y lluvia copiosa. Más de 200 personas sobrevivieron y los equipos de rescate recuperaron 185 cuerpos, pero los muertos superarán el millar. En la nave, que cubría el trayecto entre la ciudad saudí de Duba y la egipcia de Safaga (unos 313 kilómetros de distancia), viajaban trabajadores egipcios y de otras ocho nacionalidades que regresaban a su país y fieles musulmanes que habían peregrinado a La Meca. Las autoridades egipcias abrieron una investigación para conocer las causas del desastre.

El barco “Al Salam Boccaccio 98” –de casi 12.000 toneladas y 118 metros de eslora– zarpó desde Duba la noche del jueves con destino al puerto de Safaga, donde debería haber atracado a las dos de la madrugada del viernes. Procedía de Yedda, localidad saudí en la que embarcan los peregrinos que regresan a Egipto después de la celebración del Haj, la peregrinación a La Meca. Habían pasado un par de horas desde su partida cuando se perdió el contacto con la nave. La compañía aseguradora británica Lloyds Casualty Service, citando al ministro de Defensa egipcio, afirmó que el barco se fue a pique en la mitad de su trayecto, a 120 millas náuticas del puerto de Duba y 50 del de Hurghada, un centro turístico al que acuden los amantes del buceo. Según apuntó la agencia oficial Mena, el capitán del “Santa Katherina”, un navío que cubre la misma ruta y que navegaba en sentido contrario, recibió un mensaje de socorro del “Al Salam Boccaccio 98” que alertaba del peligro de hundimiento. Sin embargo, ese llamamiento nunca llegó a los centros de emergencia situados en la costa. Ya por la mañana, pilotos egipcios sobrevolaron la zona y observaron docenas de cadáveres flotando. El buque reposa a 600 metros de profundidad.

En octubre de 2005 el “Al Salam 98” recibió un certificado de seguridad de un organismo italiano, país en el que fue construida la nave en 1970. Un empleado de El Salam Maritime Company, empresa propietaria del buque desde 1998 y registrado bajo bandera panameña, señaló que será necesario cierto tiempo para averiguar la causa del siniestro. Lo único que se sabe con certeza es que un temporal sacudía las aguas del Mar Rojo durante la noche del jueves y la madrugada del viernes.

Suleiman Awad, portavoz del presidente Hosni Mubarak, indicó, sin embargo, que “la velocidad a la que se hundió el barco y el hecho de que no hubiera suficientes botes salvavidas confirma que se produjo un fallo en el sistema de seguridad”. Nizam Sidiqui, director general de la sociedad aseguradora Lloyds, descartó una colisión con otro navío y rechazó la versión del portavoz gubernamental. “El buque estaba equipado con todos los botes requeridos y sus certificados de seguridad estaban en regla”, aseguró. La tragedia marítima no tiene precedentes en Egipto.

“Cuarenta y cinco cadáveres han sido rescatados de las aguas y hay cerca de 100 personas que han sobrevivido al accidente. La mayoría de ellos pudieron salvarse gracias a los botes salvavidas y muestran síntomas de agotamiento. No creemos que más pasajeros lo hayan logrado porque ha pasado ya mucho tiempo desde que el barco se hundió”, dijo por la tarde un alto mando policial egipcio. Pocas horas después Mamduh Radi, directivo de la compañía naviera, dijo que los servicios de rescate lograron salvar a 185 de los pasajeros, cifra que un portavoz oficial elevó por la noche a 231. Todos los hospitales de la zona se hallaban anoche en alerta y los familiares de los viajeros comenzaban a llegar a la ciudad de Safaga, pero las esperanzas de que más peregrinos o trabajadores heridos pudieran necesitar sus servicios eran prácticamente nulas. Las temperaturas de las aguas, 19 grados centígrados en invierno, y el transcurso de tantas horas después del siniestro hacen improbable que la cifra de sobrevivientes crezca considerablemente.

El ministro de Transportes egipcio, Mohamed Lufti Mansur, envió al lugar del hundimiento cuatro naves de la Armada para colaborar en las tareas de rescate. Mientras, la controversia afloró sobre la ayuda ofrecida por buques de guerra británicos y aviones estadounidenses que patrullan en el Mar Rojo. Un navío del Reino Unido, el “HMS Bulwark”, puso rumbo hacia el área del hundimiento con 650 militares a bordo para colaborar en la recuperación de los cuerpos. Pero la invitación fue rechazada en principio por las autoridades de El Cairo. Sin embargo, posteriormente, el gobierno egipcio rectificó y reclamó la asistencia de la nave británica y de los aviones Orion norteamericanos, que giraron de nuevo para acudir en ayuda de los militares egipcios, según señaló Jeff Breslau, portavoz de la V Flota con base en Bahrein. La zona en la que se hundió el barco, al sur del Canal de Suez, registra un intenso tráfico y fue escenario de varios accidentes y colisiones. En diciembre de 1991, el “Salem Express” chocó contra una barrera de coral en las proximidades de Safaga. Perecieron 464 personas. Un buque similar al siniestrado ayer, el “Al Salam 95”, chocó con una nave comercial chipriota el pasado mes de octubre. Casi todos los pasajeros pudieron ser rescatados.


* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.

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