Casas con un metro y medio de agua, árboles y postes de luz caídos fueron parte del paisaje provocado por las fuertes lluvias y el desborde del río San Lorenzo en la localidad de Libertador General San Martín, a unos 100 kilómetros de la capital jujeña. En cuestión de 15 minutos, los habitantes del barrio Balbín, uno de los tantos afectados, tomaron lo que tenían a su alcance cuando vieron que se les venían las aguas. Hubo en total 1200 evacuados en escuelas y centros comunitarios. No hubo heridos ni víctimas fatales pero la zona sigue en alerta ya que se esperan lluvias hasta mañana.

“La situación es dramática. Seguimos en estado de alerta, tenemos amenaza de lluvias hasta el sábado pero ahora la situación es favorable porque pararon las precipitaciones”, resumió a Página/12 el secretario de Gobierno Elvio Avila. El río San Lorenzo “nace en la montaña. Es un río impredecible y se produjo un aumento de caudal debido a las lluvias del miércoles”, explicó.

“Nunca en los últimos 30 años hubo una situación similar según la empresa Ledesma”, señaló el funcionario que citó como fuente al ingenio que hace décadas trabaja en la zona y constituye la mayor fuente de ingreso para los pobladores.

“Hay 1200 evacuados pero no hay heridos ni desaparecidos ni casos fatales por la celeridad con que trabajó Defensa Civil que tres horas antes del desborde comenzó la evacuación”, reseñó. A las 5 de la mañana de ayer fue el pico de agua más alto del río. En las casas el agua llegó al metro y medio, con más de la mitad de barro. Volaron árboles, postes de luz y el río rompió cañerías”, indicó Avila.

Después del alerta, “pasamos toda la noche en vigilia cuando nos enteramos de la crecida”, relató Martina, vecina del barrio 9 de Julio, a este diario. “A eso de las 4 de la mañana (de ayer) las autoridades avisaron que se venía el golpe de agua. No pasó nada hasta que a las 7 empezaron a sonar las sirenas. Se desbordó el canal de desagüe que cruza el canal de riego La Calera que usa la empresa Ledesma”, explicó.

Entonces “tuvimos que correr al barrio Balbín para ayudar a la gente. En 15 minutos el agua vino de golpe, la gente salió corriendo, perdieron todo lo que tenían en la casa”, contó. Del municipio “había camiones asistiendo a la gente”, indicó.

En cuanto a las causas de este desborde, “uno de los comentarios que corre entre la gente es que la empresa Ledesma, para mantener los campos secos, utiliza misiles antilluvias, pero la empresa lo niega. Cuando termina la zafra automáticamente comienzan las lluvias que más allá de que correspondan a la temporada empiezan a ser continuas”, advirtió Martina.

El secretario de Gobierno de la provincia consideró que esa explicación “es rebuscada” y atribuyó la situación a “factores climatológicos”.

Martina subrayó que “lo que pasó no fue nada con respecto a lo que se espera, ya que hay una laguna formada a partir de dos brazos del río que es posible que rebase si siguen las lluvias”.

Las lluvias también provocaron en La Rioja el desborde del río Salado que afectó a parte de Catamarca.

En Jujuy, en la tarde de ayer, se efectuaban “trabajos paliativos en las zonas afectadas”, relató Avila, quien estipuló que alrededor de 500 personas trabajaron para brindar asistencia a los damnificados.