Mar 04.04.2006

SOCIEDAD  › ADMITIERON QUE PARTICIPARON DE LA GRESCA EN LA QUE MURIO MALVINO

Una pelea vista por los sospechosos

Los cuatro imputados por el homicidio de Ariel Malvino declararon ayer ante una jueza de Corrientes. Tres de ellos reconocieron su participación en la pelea, pero dijeron que se defendieron y aseguraron que no vieron a Ariel. Cancillería enviará las declaraciones a Brasil.

Los cuatro imputados por el crimen de Ariel Malvino declararon ayer ante la conjueza María Esther Campanher en los tribunales federales de Corrientes. Tres de ellos, Eduardo Braun Billinghurst, Horacio Antonio Pozo y Andrés Gallino, coincidieron en que participaron de una pelea, pero aseguraron que fueron agredidos y se defendieron, pero que nunca estuvieron cerca de donde cayó herido Malvino. El cuarto imputado, Lautaro Braun Billinghurst, negó haber participado de la pelea que derivó en la muerte de Ariel, al asegurar que no estaba en la avenida principal de Ferrugem, Brasil, donde se produjo la gresca, sino junto a otros amigos en una posada de ese poblado brasileño. Hoy mismo partirá a la Cancillería el formulario con las respuestas de los siete jóvenes, para ser traducidas y enviadas a Brasil. Luego, la Justicia de ese país analizará los cuestionarios y podrá pedir, si lo cree necesario, la detención de los imputados.

Alrededor de las 8.30, el primero en llegar al Juzgado de la calle 25 de Mayo 970, en pleno centro de la capital correntina, fue Horacio Antonio Pozo, a quien varios testigos apuntan como el que le pegó a Malvino la trompada que lo dejó inconsciente. Media hora más tarde, la conjueza Campanher comenzó a tomarle declaración indagatoria. El imputado es hijo del ex subsecretario de Turismo de la provincia, quien renunció a su cargo la semana pasada. A diferencia del cuestionario destinado a los tres testigos, que tenía diez preguntas, el destinado a los imputados constaba de once.

El joven que, según la investigación, es el más comprometido en la causa, declaró durante unos 45 minutos. Habría reconocido tanto su presencia en las inmediaciones del Bali Bar de Ferrugem, así como su participación en los incidentes, pero habría argumentado que nunca identificó a la víctima. También declaró –según fuentes judiciales– que al abandonar Brasil junto a sus compañeros “no estaba al tanto de que había habido un muerto en la pelea”.

“Yo no hice nada, no tengo nada que ver”, afirmó Pozo a la salida de los tribunales, mientras una mujer que estaba en la puerta del edificio le gritó “asesino”. Se fue sin hacer más declaraciones.

Pasadas las 10 entró al despacho de la Secretaría Penal 2, donde se llevaron a cabo las audiencias, el segundo imputado, Lautaro Braun Billinghurst, acusado de favorecer la huida de su hermano y de sus amigos: aseguró que no estuvo en el lugar del hecho la noche del 19 de enero pasado. Luego de prestar declaración, Lautaro habló en un programa humorístico de una radio correntina, en el que accedió a charlar por ser amigo o conocido de los conductores. “Entré y salí corriendo del juzgado”, ironizó, y añadió: “Vamos a encargarnos de desmentir más adelante en algún programa en vivo todo aquello que se está tergiversando”.

Durante la tarde, alrededor de las 17.15, su hermano, Eduardo Braun Billinghurst –sospechado de haberle arrojado la piedra a Ariel–, entró a la sede judicial para ser interrogado por la jueza a cargo del expediente. Según fuentes judiciales, el joven admitió haber participado de una pelea en Ferrugem, pero dijo que se defendió de un ataque y negó haberle arrojado una piedra de 17 kilos sobre el cuerpo de la víctima, como figura en el expediente. También aseguró que, junto a dos de sus amigos, se vio involucrado en una pelea en la que fueron atacados “brutalmente”, aunque afirmó que no estuvo cerca del lugar donde fue agredido a trompadas Ariel Malvino.

El último en declarar fue Andrés Gallino. Los investigadores de Brasil y otros testigos lo identifican como el que “apuró a Ariel y comenzó la pelea”. En la declaración dijo que sólo se defendieron de una golpiza, pero que nunca estuvieron cerca del lugar en el que cayó herido el joven estudiante de Derecho.

Quien salió a hablar fue la mamá de los hermanos Billinghurst, Nidia Braun. La mujer dijo que está “totalmente convencida de la inocencia” de ambos y cuestionó duramente el prejuzgamiento que se hizo de sus hijos.”Nosotros somos una familia normal y de un día para el otro pasamos a ser los padres de los hijos del poder”, se quejó.

La semana pasada se presentaron a declarar en Garopaba, Brasil, dos testigos clave en esta causa. El abogado de la familia Malvino, Juan Carlos García Dietze, detalló a Página/12 que “son las dos chicas, ambas de 21 años, que estaban con Ariel en el Bali Bar, cuando le fueron a pegar”. “A una de ellas, Ariel le dijo ‘los argentinos somos estúpidos’, refiriéndose a una pelea que había a unos 50 metros del bar, en la esquina. Ahí, cuando hace ese comentario, Gallino –según los testigos– se le va al humo”, contó, y agregó: “Una de las jóvenes reconoció a Eduardo Braun Billinghurst como el que le tiró la piedra”.

Fuentes de la investigación aseguraron que, tras las declaraciones, los abogados defensores de los sospechosos apuntarán a desacreditar a las decenas de testigos que involucraron a los correntinos en el hecho, ya que “existen contradicciones en los reconocimientos fotográficos realizados por algunas de las personas que se encontraban en el lugar en el momento de la pelea”.

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