SOCIEDAD › BALEARON A UNA MUJER EN SU AUTO. TENIA 26 MIL PESOS
La concesionaria de un bar próximo al Campo Municipal de Golf fue asesinada de un balazo cuando intentó evitar que la asaltaran. Llevaba en su auto 26 mil pesos que los delincuentes no robaron.
› Por Carlos Rodríguez
La emboscada fatal, con fines de robo que finalmente no se concretaron, fue en los bosques de Palermo, en el cruce de Olleros con Avenida del Libertador, a pocos metros del Campo Municipal de Golf. La empresaria María Pía Guglielmi, de 39 años –que iba acompañada por un hombre cuya identidad no fue proporcionada y que salió ileso–, fue asesinada de un disparo en el pecho cuando intentaba escapar con su auto de una encerrona que le hicieron cuatro delincuentes, a poco de cruzar el paso a nivel del ex ferrocarril Mitre que está próximo a la estación Lisandro de la Torre. La víctima llevaba en el automóvil, dentro de una cartera, una suma de dinero cercana a los 26 mil pesos. Era la recaudación del fin de semana de la confitería Club de Golf, de la cual era la concesionaria. La policía cree que el móvil del crimen fue el robo, pero los ladrones huyeron sin llevarse el dinero. Luego de ser herida, la mujer siguió unos metros al volante del vehículo, por Olleros, hasta que falleció. En su carrera final, ya sin control, el auto atropelló a dos ciclistas que sufrieron lesiones menores y quedó detenido cerca de un árbol.
“Pará, pará”, le gritó a la mujer uno de los ladrones. Los cuatro hombres se movilizaban en una camioneta Renault Trafic de color blanco, que estaba atravesada en el camino, como si hubiera sufrido un problema mecánico. “Es obvio que la víctima se dio cuenta de que se trataba de una emboscada y en vez de parar aceleró el vehículo. Cuando estaba por sobrepasar la línea de la camioneta, uno de los ladrones le apuntó con su arma y disparó. El balazo pegó en el pecho de la mujer, cerca del corazón, y la muerte se produjo unos segundos después. Ella siguió al volante, pero cuando llegó la ambulancia del SAME, los médicos comprobaron que ya estaba muerta”, le dijo a Página/12 una fuente policial.
Poco antes de las 14.30, Guglielmi había salido con su Honda Civic de color azul de la confitería Club de Golf, en Tornquist 6385, a unos 30 metros de la entrada al Campo Municipal de Golf, que está sobre la misma avenida, en el 6397. La acompañaba un hombre que algunas informaciones señalaron como su custodia, aunque otras indicaron que se trataría de un allegado. María Pía Guglielmi, que es hermana de un teniente coronel del Ejército, se dirigía a un banco para depositar el dinero de la recaudación del fin del semana. Se estima que llevaba cerca de 26 mil pesos. Después de cruzar la barrera, observó la presencia de la Trafic, que era empujada por dos hombres. La mujer aceleró y trató de escapar, pero no pudo.
“A la mujer la conocíamos, teníamos una relación con ella, pero no era la concesionaria de la confitería del Campo Municipal de Golf. Ella tenía un negocio similar, que está pegado al campo, y que solía organizar distintos eventos en el Campo Municipal, desde casamientos hasta reuniones empresariales”, le explicó a este diario una fuente del complejo que pertenece a la Dirección General de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires, que depende de la Secretaría de Producción, Turismo y Desarrollo Sustentable. “Nosotros teníamos contacto permanente con la víctima y nunca tuvimos conocimiento de que sufriera amenazas. Sus allegados estiman que se trató de un intento de robo”, corroboró la fuente.
La empresaria llevaba la cartera con el dinero en el asiento trasero, al lado de un asiento para bebés. La mujer, que era viuda, había iniciado hace poco una nueva relación sentimental y tenía una beba de tres meses. Al principio se pensó que la nena iba en el auto, pero la policía desmintió esa información. Todo indica que “se trató de un robo planeado por un grupo que debía tener información sobre el traslado del dinero al banco. Fue como una ‘salidera bancaria’, al revés, porque esta vez trataron de quedarse con el dinero antes del depósito. Se ve que no esperaban la reacción de la mujer (que intentó escapar) y que el homicidio cometido los hizo optar por la fuga”, comentó el vocero policial.
El ladrón que se cruzó en el camino del Honda Civic hizo un solo disparo. El auto, con su conductora herida de muerte, siguió su marcha, ya sin control, unos 200 metros. Quedó detenido cerca de un paredón, luego de rozar un árbol que lo hizo frenar. Del acompañante sólo se dijo que gritó pidiendo auxilio. Si era custodio, como se dice, no tuvo oportunidad de intervenir. Los ladrones escaparon en la Trafic y se sospecha que un tercer vehículo, un Fiat Duna, estaba en las cercanías con al menos dos hombres que pertenecían a la banda. Los dos ciclistas que fueron atropellados en la corrida final del Honda Civic, dos jóvenes de 22 y 23 años, fueron atendidos en el Hospital Fernández y luego se retiraron a sus casas. Sólo sufrieron traumatismos leves. En la causa interviene la fiscal Elsa Areu Franco, asistida por personal de la comisaría 31ª y de la División Homicidios de la Federal.
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