De la noche a la mañana se modificará la geografía administrativa porteña. Los que hasta ayer fueron CGP quedarán convertidos a partir de mañana en Centros de Gestión y Participación Comunal (CGPC). Y aunque por ahora no cambiarán sus funciones ni su relación con los vecinos, será diferente su delimitación territorial: los nuevos CGPC tendrán idéntico diseño que las futuras comunas. Estarán integrados por uno o más barrios y sus límites coincidirán con las fronteras barriales, algo que no respetaban los viejos CGP. Por eso, un vecino de Asamblea y Centenera, por ejemplo, que hasta ahora hacía sus trámites en Díaz Vélez al 4500, ahora deberá ir hasta Rivadavia y Culpina; y el que vive en Córdoba y Dorrego ya no deberá acudir al CGP de Coronel Díaz al 2100, en Palermo, sino al de Cabildo al 3000, en Belgrano.

El jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, firmó ayer el decreto que dispone la defunción de los CGP tal como se los conoce hasta ahora y crea los nuevos centros comunales, una suerte de embrión de las futuras comunas. El decreto entrará en vigor apenas sea publicado en el Boletín Oficial de la ciudad, lo que se prevé para mañana.

Hasta ahora son 16 los Centros de Gestión y Participación de la ciudad. Como las comunas aprobadas por la Legislatura son 15, hay uno de los viejos territorios que se disuelve en la nueva geografía. Por lo pronto, se sabe que Palermo –hasta ahora dividido entre los CGP 14 Este y Oeste– pasará a integrar un solo centro comunal.

La modificación viene acompañada del nombramiento de nuevos directores: sólo ocho de los actuales responsables seguirán en su cargo, por lo cual serán designados siete nuevos titulares, dos de los cuales –se sabe– provienen del Partido Socialista, el mismo al que pertenece el ministro de Gestión Pública y Descentralización, Roy Cortina.

“En esta transición, también estamos buscando edificios para las nuevas sedes”, dijo Cortina a Página/12. “Estamos en condiciones de asegurar que habrá por lo menos ocho edificios nuevos: algunos serán comprados y otros tendrán que construirse, por lo que habrá que alquilar momentáneamente sedes provisorias, ya que el proceso de construcción puede demorar hasta cuatro años”, adelantó el funcionario.

Entre los que quedarán en su lugar están los de Córdoba y Bonpland, y el de la avenida Cabildo. “Lo que buscamos es hacer algo similar a lo que se hizo en Rosario: adquirir edificios emblemáticos de un barrio, con valor patrimonial, o comprar un terreno para construir edificios adecuados para el funcionamiento de las juntas comunales y que tengan auditorios para reuniones de vecinos, por ejemplo”, explicó Cortina.

De esta manera, la ciudad da un nuevo paso en la trancisión hacia las comunas, cuya creación fue aprobada por ley en septiembre de 2005. Los viejos CGP fueron creados en 1996, durante la gestión de Fernando de la Rúa, por iniciativa de Enrique Olivera. Su vigencia se extendió durante una década. En ese tiempo, cumplieron la función de registro civil y delegación de Rentas, entre otras vinculadas con la descentralización administrativa. Ahora continuarán con los mismos trámites, pero a partir de diciembre de 2007 –para cuando se prevé la entrada en vigencia de las comunas– administrarán un presupuesto y ejecutarán las obras de menor cuantía pero de mayor interés para el barrio. Para ese entonces, la descentralización será también política, pero antes habrá que celebrar las elecciones comunales, que aún no tienen fecha.