“Es un lugar que desde el punto de vista ambiental no tiene remediación posible”, reconoció a Página/12 el defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, luego de una recorrida por la zona conocida como Villa Inflamable, en el Polo Petroquímico de Dock Sud. Y si el ambiente sano no va hacia esa zona saturada de contaminación, la respuesta es que sean sus habitantes quienes se trasladen a un lugar apto para la vida. Así, en un proyecto del que participan los Estados municipal, provincial y nacional, 286 familias de las 800 que sobreviven allí serán reubicadas en un nuevo predio. “Sabemos que no es una solución para la totalidad, pero es un paso importante”, consideró Mondino, quien solicitó que se declare la emergencia sanitaria en ese sector de Avellaneda.

Según los datos de la Defensoría del Pueblo, la mitad de los chicos de la Villa Inflamable poseen plomo en su sangre. El motivo: viven a metros de un polo en el que trabajan cerca de cincuenta industrias dedicadas al tratamiento de combustibles y otras sustancias químicas. En la zona hay almacenados 1,6 millón de metros cúbicos de hidrocarburos y a través de ese puerto ingresa el 70 por ciento de los químicos que importa el país.

Como si se tratara de escapar de un paraje inhabitable, 286 familias se podrán mudar a un predio adquirido a cambio de 1,5 millón de pesos por el Estado provincial. El terreno se encuentra frente a un centro comercial, a un costado del Acceso Sudeste y detrás de la cancha de Arsenal de Sarandí. Por medio del Plan Federal de Viviendas se construirán las edificaciones que estarán terminadas en un plazo de dos años. Aún resta que el Ministerio de Planificación Federal disponga la partida presupuestaria para la construcción y que se defina cómo serán los planes de financiamiento.

En el municipio reconocen que el asentamiento está habitado por unas 800 familias, pero el intendente, Baldomero Alvarez de Olivera, sostuvo que serán trasladadas primero “las que están en alto riesgo” y a mediano plazo “van a ser reubicadas todas”. Luego de un censo, la municipalidad arribó a la conclusión de que en Villa Inflamable al menos 16 personas padecieron intoxicación por metales pesados, como plomo y mercurio, o por hidrocarburos.

La reubicación de las familias se realiza en el marco de un acta-acuerdo firmada en septiembre de 2003 entre el Estado nacional, la provincia y la municipalidad para la reconversión y reubicación del Polo Petroquímico de Dock Sud. También fruto de esa acta es el Comité de Gestión Ambiental, que ya ejecutó auditorías en las plantas industriales, inspeccionó la capacidad de almacenamiento de productos químicos y la existencia de sistemas de tratamiento para los diversos tipos de emisiones.

Además, en 2004 se había promulgado una ordenanza municipal que prohibió la instalación de nuevas fábricas o la ampliación de las instaladas. El objetivo final, que debería cumplirse en 2013, es la reubicación de todas las plantas. Lo ya definido es que una docena de ellas, dedicadas al almacenamiento de químicos, deban dejar el lugar hacia 2008. Se espera que luego de un acuerdo con el Ministerio de Producción bonaerense para ese año caduquen los permisos que les permiten trabajar en la actualidad.

Para el defensor del Pueblo, esa zona “desde el punto de vista ambiental no tiene remediación posible, por el alto grado de contaminación que hay en el suelo. Por eso se implementa un mecanismo de traslado”. No es la primera vez que Mondino recorre el lugar. “Nos encontramos con lo que ya sabemos –dijo después de conversar con los vecinos–. Vimos casos de chicos con problemas respiratorios y ejemplos de lo insalubre que es vivir allí.”

En un informe sobre la cuenca Matanza-Riachuelo, la Defensoría alertaba en 2003 sobre la situación del polo petroquímico y solicitaba que se atendiera a una población altamente expuesta a la polución y desde aquel momento se mantiene vigente un pedido al Ministerio de Salud de la Nación para elaborar un estudio epidemiológico. “Lo que vimos –sostuvo Mondino– nos demuestra que hay una zona del Riachuelo donde además de la emergencia ambiental hay que plantear la emergencia sanitaria.”

Informe: Lucas Livchits.