Después de que Página/12 diera a conocer semanas atrás la denuncia efectuada por la Defensoría del Pueblo porteña en un caso por “discriminación laboral” en perjuicio de tres docentes de escuelas públicas porteñas, a quienes el Gobierno de la Ciudad había dado de baja de sus cargos por la patología oncológica que los afecta, los docentes fueron habilitados para trabajar. Resta ahora resolver la reincorporación efectiva de los docentes en los mismos o en similares cargos en los que se desempeñaban.

En respuesta a la denuncia formulada, la Dirección Medicina del Trabajo informó a la Defensoría del Pueblo que los docentes están actualmente “en condiciones de realizar sus tareas habituales”. Este organismo hace unos meses los consideró “no aptos” para la función.

Los docentes porteños fueron cesanteados luego de presentar estudios médicos que certificaban que tienen cáncer. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires reclamó su inmediata reincorporación. En los tres casos la Dirección de Medicina del Trabajo del gobierno porteño dictaminó “no aptitud física para la función”. El defensor adjunto Gustavo Lesbegueris, ante quien fue efectuada la denuncia por los docentes, señaló que “era una medida discriminatoria en función de una enfermedad. No hay ninguna razón legal para considerar que una persona con una patología oncológica está invalidada para trabajar. Los médicos tratantes de los tres profesores certificaron que están en condiciones para seguir ejerciendo la docencia”.

Los docentes son Yolanda Colon, profesora en historia. Ella tiene 60 años y padece cáncer de colon y metástasis en el hígado. Juan Bautista Milanese es profesor en geografía, geólogo, con más de 20 años de ejercicio de la docencia. Padece un tumor maligno en la mano. La tercera docente es Beatriz Tela, de 54 años, profesora de telar y tapiz y padece cáncer de mama.