La advertencia fue lanzada por Luis D’Elía respecto del reclamo de los aborígenes al gobierno chaqueño. Doce de ellos cumplen una huelga de hambre desde hace dieciséis días y algunos están graves.
En el cuarto piso de la Casa de Gobierno de Chaco, hace dieciséis días que están en huelga de hambre cuatro mujeres y ocho hombres tobas, en un cuarto de tres por tres. Duermen sentados o en el piso. Uno de ellos padece Mal de Chagas, otros tienen problemas cardíacos, tuberculosis y desnutrición. Aun así, no quieren moverse del lugar porque, en representación de las necesidades de las etnias mocoví, wichí y toba de Chaco, están a la espera de que el gobierno provincial dé respuesta concreta a su reclamo de entrega de tierras para las comunidades y la renuncia de un intendente por supuesta discriminación, entre otros puntos de un petitorio. En ese marco, el titular de la Subsecretaría de Tierras para el Hábitat Social, Luis D’Elía, afirmó ayer que “habrá crisis institucional en la provincia si muere un solo huelguista aborigen”. Por otro lado, después de que el jueves Hebe de Bonafini pidiera la renuncia del gobernador, la UCR provincial hizo un acto en repudio a esos “agravios”.
“Volvemos a señalar que es necesario e imprescindible establecer un canal de diálogo y de resolución del conflicto entre los líderes de los pueblos originarios chaqueños y el gobernador radical del Chaco, Roy Nikisch”, dijo D’Elía. El funcionario sostuvo que “de no ser así, se van a agravar rápidamente las condiciones sanitarias de los huelguistas”.
“El gobernador debe atender de una vez por todas el reclamo del movimiento aborigen del Chaco para la devolución de las dos millones y media de hectáreas que han sido virtualmente robadas a los aborígenes y campesinos pobres en épocas del ex gobernador (Angel) Rozas, en favor de los amigos del poder político y económico de entonces”, afirmó D’Elía.
El abogado del Instituto Aborigen de Chaco (Idach), Walter Zanuttini, comentó a Página/12 que “entre los huelguistas, hay tres hombres en grave estado de salud porque requieren internación por padecer Mal de Chagas, tuberculosis y desnutrición. Uno orina sangre y el otro tiene problemas en el corazón”, aunque subrayó que “espiritualmente están fuertes”.
En el petitorio se reclama la renuncia del intendente de Villa Río Bermejito, Lorenzo Heffner, por supuesta discriminación durante las inundaciones; mayor presupuesto para el Idach; entrega de 500 viviendas anuales que manda la Nación a familias aborígenes; la intervención del Instituto de Colonización por la entrega ilegal de tierras en los últimos 10 años; entrega de territorios con títulos de propiedad; relocalización de criollos que ocupan 140 mil hectáreas pertenecientes al pueblo toba y títulos oficiales para docentes bilingües.
Zanuttini comentó que “hace sesenta días que el gobierno tiene el petitorio. Se trabajó sobre él un mes, del 10 de junio al 10 de julio, en forma conjunta (entre gobierno y las comunidades) y el gobierno no dio respuesta. La huelga comenzó el 21 de julio”. En ese sentido, agregó que “el gobernador está escondido y no asume el conflicto”. Este diario intentó contactarse con el ministro de Gobierno, Hugo Matkovich, y con el subsecretario de Gobierno y Justicia de Chaco, Luis Peche, pero no fue posible hablar con ellos.
Zanuttini señaló que respecto del petitorio, “el fiscal pidió la requisitoria para Heffner, eso quiere decir que hay elementos suficientes para probar que hubo discriminación”. También indicó que “en Chaco la impunidad es total”, y que en esta provincia “el 92 por ciento de los aborígenes vive en la indigencia”.
El letrado, que por primera vez ayer pudo ver a los manifestantes, advirtió que “están presos”, y “Matkovich no deja que la prensa vea a los huelguistas”. También anticipó que “hay 700 aborígenes frente a la Casa de Gobierno y llegarán en los próximos días alrededor de 2 mil más”, y en ese caso “las medidas recrudecerán cada vez más”.
Desde Nación comenzaron “a llegar alimentos y vestimenta para las comunidades. Luis D’Elía está ayudando mucho. También Aníbal Fernández y Juan Carlos Nadalich apoyaron el conflicto, ellos no quieren que le pase nada malo a la gente”, indicó.El jueves, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, pidió la “renuncia del gobernador del Chaco”, por su negativa a satisfacer reclamos. Frente a esos dichos, la UCR local y los partidos que integran la alianza gobernante realizaron ayer un acto de “desagravio” al gobernador Nikisch.
Informe: M. Sol Wasylyk Fedyszak.
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