La combinación de tecnología y arte a veces suele traer problemas. Pero si la tecnología es de ultimísima generación y el arte es mano de obra de la naturaleza, las complicaciones son serias. Basta con recorrer los últimos días de cuatro alumnos del colegio salesiano San Luis Gonzaga de Esquel, sancionados con 21 días de faltas por haber tomado fotos a algunas de sus maestras utilizando las cámaras de sus celulares. En realidad, las imágenes que habían tomado correspondían a los traseros de las docentes. Pero nada de esto hubiera llegado a las noticias si al grupo no se le hubiera ocurrido colgar esas fotos en un flog (páginas libres de Internet donde se pueden colocar fotos) al que denominó como salesiano_hot. Así fue como se enteraron maestras, comunidad educativa, Esquel y cualquiera en el mundo que hubiera subido al flog a curiosear un poco. La situación, como ya se dijo, derivó en la sanción que dejó fuera del colegio al cuarteto. Hubo, sí, un intento de defensa por parte de sus amigos, que armaron un piquete en la puerta. No hubo caso. Eso sí, el salesiano_hot ya fue borrado.

“Todo comenzó en una hora libre”, dijo Lucas, uno de los jóvenes sancionados. “Estábamos jugando con un celular. Alguien le sacó una foto a la cola de una profesora y esto nos causó mucha risa. En total, fueron unas cuatro fotografías del trasero de distintas profesoras”, contó. Luego de la sesión, las elocuentes imágenes fueron publicadas en un flog bajo el nombre de salesiano_hot, que los mismos alumnos dieron de baja cuando se descubrió el caso.

Lucas indicó además que, en principio, una de las profesoras “se sintió muy mal porque confiaba en nosotros y la defraudamos”. “Ella se tomó unos días de descanso –recordó–, y luego fuimos suspendidos 21 días, motivo por el cual nos tuvimos que cambiar de escuela, porque quedábamos libres por faltas”. A los jóvenes se los acusa por “haber fotografiado con celulares de última generación los ‘traseros’ de varias profesoras, que luego publicaron en un flog en Internet”, explicaron fuentes de Educación de Chubut.

El caso, que se hizo público en las últimas horas, ocurrió hace más de 20 días y originó toda una polémica en torno de la sanción aplicada. El Colegio San Luis Gonzaga, por su parte, impuso un estricto hermetismo y no se pudo confirmar “si uno de los cuatro estudiantes fue directamente expulsado”, tal como aseguran algunas versiones. Lo cierto es que tras la sanción, los padres de los chicos pidieron a las autoridades de la institución que tuvieran “compasión” con los alumnos en base a “sus buenos antecedentes”. Pero la dirección del colegio igual los dejó libres y consideró que la falta cometida era “grave”.

En solidaridad con los sancionados, sus compañeros realizaron una especie de “piquete” en el ingreso al establecimiento, con la intención de revertir la medida disciplinaria. Sin embargo, no consiguieron la indulgencia de sus directivos, por lo que los padres de los chicos tuvieron que buscarles otro colegio a sus hijos. Dos semanas después, y cuando la situación se conoció puertas adentro de la escuela, llegó la dura sanción para los autores del hecho.

En tanto, las autoridades del establecimiento salesiano se negaron a brindar detalles del caso que reaviva la polémica sobre el uso de teléfonos celulares en las aulas: “Por ahora no daremos información a los medios; en su momento nuestro representante legal dará a conocer pormenores de la situación”, aseveró en forma escueta la secretaria de la institución.

Desde el Ministerio de Educación local trascendió que en los próximos días sus autoridades ordenarían una auditoría en el colegio para analizar el caso de los alumnos. No obstante, la ministra de la cartera, Mirtha Romero, consideró “excesiva” la sanción aplicada a los estudiantes y tras aclarar que no pretendía “minimizar el hecho”, apuntó que el caso “sucedió en una escuela salesiana privada” y en un ámbito ajeno al ministerio que encabeza.