Como parte de lo dispuesto por la ley de protección integral de la niñez, cuando casi se cumple un año desde su sanción, hoy se firmará el acta acuerdo que inicia la transferencia de los recursos del Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires. En un acto que se realizará a las 18 en la sede de la Casa Rosada, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, firmará el acta junto al jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, y la ministra de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti.

El convenio contempla “la transferencia de servicios de atención directa y protección de derechos de niños, niñas y adolescentes del ámbito de Nación al Ministerio de Derechos Humanos y Sociales de la Ciudad”, se informó ayer en un comunicado. La atención directa quedará a cargo de la Dirección de Niñez y Adolescencia de la ciudad, que depende de Cerruti. La directora del área, María Graham, dijo que se transferirán “en forma inmediata” varios convenios con ONG que cuentan con hogares terapéuticos convivenciales y los programas de fortalecimiento familiar. La titular del Consejo de Derechos de Niños y Niñas de la ciudad, María Elena Naddeo, le dijo a Página/12 que “se comienza así a ordenar un sistema que se estaba superponiendo y que generaba confusas intervenciones”. “Eran dos circuitos paralelos”, dijo.

Son más de 1100 los chicos y chicas en hogares asistenciales que pasarán a depender de la estructura de la ciudad. Por cada uno de ellos el Estado nacional paga becas que van de los 500 a los 600 pesos. En total eso implica una transferencia de unos seis millones de pesos, además de los traspasos del personal que trabaja en los programas de la Nación. El Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Conaf) seguirá en pie para administrar aún los institutos de encierro para chicos con causas penales hasta que se “resuelva el tema penal juvenil”, aclaró Naddeo. El organismo que preside en la ciudad, el Consejo de Derechos, será el encargado de la asistencia jurídica de los menores y de supervisar los programas y los hogares asistenciales. “Un chico que atraviesa una situación de violencia o abandono debe concurrir al Consejo y nosotros tomamos la medida que corresponda, y mientras se transfieren los recursos de Nación la ciudad le pide lo que haga falta”, explicó.