Los jueces del Tribunal Oral Federal número 2 volvieron a recorrer ayer la zona de Villa Trujuy donde estuvieron secuestrados Axel Blumberg y el ejecutivo de Arcor Guillermo Ortiz de Rozas. Nunca hubo ninguna duda de que esas casillas, en las que vivía una parte de la banda de Martín “El Oso” Peralta, fueron el lugar donde los dos secuestrados estuvieron cautivos. Ayer Ortiz de Rozas reconoció otra vez una ventana, un alambrado y el chirrido de una puerta, pero ya en su momento se encontró en un pozo ciego el carnet del Náutico San Isidro del ejecutivo. Respecto de Axel, la banda confesó que ése fue su lugar de cautiverio. La recorrida tal vez sirva para que los jueces pongan en su fallo final algún párrafo que influya en dos temas que están pendientes: si Elena “La Turca” Barroca, dueña de las casillas, tuvo participación en lo ocurrido y si hubo –como todo lo indica– complicidad con la banda de efectivos de la Bonaerense de la comisaría de Villa Trujuy. Hoy se produciría una importante declaración en el juicio: la del confidente de la Policía Federal Daniel Sagorsky, que a la vez reducía autos y hasta le indicaba a la banda del Oso Peralta qué vehículos tenían que robar.

En el reconocimiento de ayer participaron los tres jueces del Tribunal, Daniel Cisneros, Víctor Blanco y Luis Nieves; el padre de Axel, el ingeniero Juan Carlos Blumberg; el ejecutivo Ortiz de Rozas; el fiscal Pedro García y los defensores oficiales de los acusados.

Respecto de los secuestros de Axel y Ortiz de Rozas no hay dudas. La banda confesó, existe la convicción de que José Díaz fue quien ejecutó a Axel y el lugar de cautiverio fueron las casillas donde ayer se realizaron las inspecciones, en Goya 1408 –allí estuvo Axel– y la de Einstein 1321, a 200 metros de la anterior, donde mantuvieron secuestrado a Ortiz de Rozas. Es más, el ejecutivo recordó ayer que la banda designaba como Gato 1 a Axel y Gato 2 a él mismo.

El reconocimiento tal vez sirva para que los jueces manifiesten sus posturas sobre otras investigaciones pendientes.

- Por un lado, está la situación de la Turca Barroca, dueña de las casillas. Blumberg sostuvo ayer que “es evidente que debería estar imputada, hay puertas de conexión y fondos que se unen entre las casillas y la vivienda de esa mujer”. Hasta ahora, la Cámara Federal le dictó una falta de mérito a Barroca en relación con los secuestros considerando que un ciudadano común, si no participa en un delito, no tiene obligación de denunciarlo. La impresión de todos los que investigaron la causa es que Barroca estaba al tanto, al menos, de que la banda robaba autos y los desarmaba allí, y parece probable que haya colaborado con la banda y que ayudó a borrar rastros.

- Por el otro lado está en la mira la comisaría de Villa Trujuy. Está probado por las llamadas telefónicas que los vecinos alertaron a los efectivos de la Bonaerense de que algo anormal estaba ocurriendo la noche en que mataron a Axel. Es que hubo gritos y corridas cuando el joven se escapó del baúl del auto en que lo tenían encerrado. Todo indica que había allí una zona liberada y que no hubo respuesta policial alguna. El subcomisario de Villa Trujuy, ascendido a comisario por León Arslanian no bien asumió, está en la mira y si el Tribunal Oral hace una apreciación respecto de la supuesta zona liberada, es un hecho que podría ser desplazado de la fuerza.

Hoy habrá una nueva jornada del juicio y todo indica que va a hablar Jorge Sagorsky, el hombre señalado como reducidor de autos y vínculo entre la banda, la Policía Federal y determinados negocios de la avenida Warnes. Ya anteriormente, en una investigación en la que intervinieron los jueces Jorge Ballestero y Gabriel Cavallo, hubo unas escuchas telefónicas en que se comprobó que Sagorsky le sugería al Oso Peralta qué vehículos robar y cuándo. Al Ruso, como le decían, le ofrecieron el Volkswagen Passat de Ortiz de Rozas en un momento en que lo tenían secuestrado y en uno de los días en que estaba cautivo Axel hubo ocho llamadas entre Sagorsky y Peralta. Sagorsky tratará de presentarse como buchón de la Federal, pero es posible que haya un segundo juicio del caso Axel porque está pendiente la acusación de que Sagorsky no sólo tuvo que ver con la banda y los autos, sino con el mismo secuestro.