El Ente de la Ciudad lanzará una campaña con afiches en los colectivos para que los pasajeros conozcan su derecho a subir o bajar en cualquier esquina entre las 22 y las 5 o cuando llueve.
Dicen que una de las formas en que alguien puede darse cuenta de que está “en paz con el tao universal” es si al salir de casa o del trabajo se encuentra con el colectivo que debe tomar, así, sin espera, como si lo estuviera aguardando a uno, ahí, al alcance de la mano. Algo de eso podrá sentir el porteño si se entera de que tiene un derecho por ley: que de noche, entre las diez y las cinco de la madrugada, o los días de lluvia, el colectivo debe parar en las bocacalles y no solo en las paradas establecidas, tanto para bajar como para subir. Ayer el presidente del Ente Regulador de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Campolongo, anunció que lanzará una campaña de afiches en los micros para que el pasajero se desasne de un derecho que tiene años y que por la falta de práctica quedó en el olvido.
Este mecanismo de paradas en las esquinas bajo condiciones especiales rige como norma tanto a nivel municipal –a través de la ordenanza 23.583– como nacional –en la Ley Nacional de Transporte–, dijo ayer el funcionario. “Los usuarios no la conocen y no reclaman si no se cumple”, precisó. Una encuesta efectuada por el Ente a fines de 2005 reveló que el 62 por ciento de los porteños ignoraba su derecho a pedir la detención en cualquier esquina entre las 22 y las 5 de la madrugada y un 49 por ciento no sabía que podía solicitar esa posibilidad los días de lluvia. “En realidad venimos trabajando públicamente con el tema hace varios meses. Esto tuvo un primer despliegue con la investigación cuantitativa, cualitativa, normativa, donde aparecía un gran desconocimiento sobre el tema. Ahora la cuestión está en generar una comunicación visible e indiscutible”, dice Campolongo, optimista sobre la medida que tomó.
El funcionario cree que el asunto no puede suscitar grandes discusiones o equívocos. Los carteles que el Ente ya está diseñando e instalará en 30 días estarán en el propio colectivo, algo que fue probado durante la campaña en los subtes para que en caso de suspensión de servicio se reintegrara el monto del boleto a los usuarios. Los colectivos para los que regirá esta disposición serán los que circulen sólo por la Ciudad de Buenos Aires y, en principio, es una medida para concientizar a los choferes y a las empresas de transporte.
Desde la Secretaría de Transporte de la Nación un vocero no quiso ayer opinar sobre la medida. “Nos enteramos por los cables”, dijo. Consultado sobre la coordinación de la campaña con el organismo y con la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, Campolongo advirtió que “no desconocemos las competencias de Nación y la CNRT. Pero en principio no hay ninguna razón para que no cumplan con la disposición del Ente, que es el órgano de aplicación en cuanto al servicio de autotransporte en la ciudad”.
El Ente es un organismo que se integra por propuesta de la Legislatura de la Ciudad y tiene como misión controlar la calidad de los servicios públicos. Entre estos servicios se encuentra el de transporte de pasajeros, de acuerdo con lo estipulado por la ley 210. Entre otros asuntos, la transferencia de este control es un asunto pendiente de la autonomía porteña. Por eso Campolongo responde a la consulta sobre si será posible lo que propone: “No hay que pedirle permiso a nadie, hay que cumplir la ley. En cualquier caso, si no, apelaremos a la comprensión o razonabilidad de esto mediante un convenio”.
Del estudio que el Ente le encargó hace nueve meses a la consultora de Ricardo Rouvier se desprende que el 42,8 por ciento de los consultados reconoce no saber que el chofer debe parar en las esquinas de noche o cuando llueve. El 27,9 por ciento contestó que esto no ocurre nunca. Y solo el 4,5 dijo que sucede siempre.
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