Para las jujeñas, el XXI Encuentro Nacional de Mujeres que comienza hoy aquí tiene una importancia extraordinaria. Debe servir para consolidar y expandir movimientos que se motorizaron a partir de la crisis de 2001 y que pretenden “modificar las reglas que impone una sociedad conservadora y machista, donde la Iglesia tiene una preponderancia que agobia”. Beatriz Cabana milita en el Centro Regional Económico y Social, que junto a organizaciones como Warmi, que nuclea campesinas de Abra Pampa, o “Juanita Moro”, que agrupa a jefas de hogar del barrio Del Carmen, en las afueras de la ciudad, vienen reclamándole al gobierno provincial “el lugar que las mujeres no tenemos en las políticas públicas”. El encuentro, que por segunda vez se realiza en la provincia, está centrado en la figura de la joven Romina Tejerina, condenada a 14 años de prisión por la muerte del bebé que tuvo como resultado de una violación que quedó impune. Hoy, a las 18.30, aunque no forma parte del programa oficial, se hará una concentración frente al penal convocada por la familia de Romina, donde la consigna será reclamar la libertad de la joven jujeña.

“En el acto van a estar presentes la hermana y la madre de Romina, y se va a leer una carta que ella escribió para agradecer la realización de este encuentro de mujeres”, dijo a Página/12 la abogada de la familia, Mariana Vargas. Estaba previsto que del encuentro participaran unas 15.000 mujeres de todo el país, pero ayer se pensaba que esa cifra podría ser mayor. “En las escuelas que fueron habilitadas para albergar a las visitantes ya hay unas 10 mil plazas ocupadas. A eso hay que sumarle unas 3500 personas que se están alojando en hoteles y casas de familia, más todas las jujeñas que van a participar y que son varios miles”, aseguraron Pamela Perizzotto, Elsa Pinaya y Romina Canchi, tres de las cuarenta jujeñas que desde hace un año vienen trabajando en la organización del encuentro que se inaugura hoy en la vieja estación de trenes de Gorriti y Urquiza.

El cierre será el lunes por la tarde con la lectura de las conclusiones de los 48 talleres de debate y propuesta que se realizarán durante todo el fin de semana. Perizzotto, desde la óptica local, considera que uno de los temas fundamentales será el de la violencia contra la mujer. “En uno de los talleres se va a debatir sobre violencia familiar, callejera, laboral e institucional. Nosotros creemos que muchas mujeres de Jujuy van a poder exponer allí sus casos personales. Esta es una provincia donde no existe ningún organismo oficial que las contenga. Cuando van a hacer la denuncia a la policía, la respuesta que obtienen es que ‘por algo les habrá pegado el marido’. Y cuando el esposo se entera de que lo denunciaron, la violencia crece y la mujer no tiene ningún lugar donde refugiarse, porque no existe ningún albergue del Estado que sirva para este tipo de situaciones.”

Beatriz Cabana del Ceres y Carmen Peña de la Juanita Moro coincidieron en que el gobierno del peronista Eduardo Fellner “no tiene ninguna política dirigida a la mujer que no sea la de ignorarla. Esto, al punto que desde 1991, cuando cerraron la Secretaría de la Mujer creada dos años antes, no existe un área concreta, porque la Secretaría de la Familia (como se llama ahora) no se ocupa de nuestros problemas”. Peña recordó que su grupo lleva el nombre de la escultora jujeña Juanita Moro, una luchadora por los derechos de la mujer, y que comenzó a funcionar en 1991. Luego de la crisis que terminó con la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, una de sus principales actividades fue la de “organizar a las mujeres del Barrio del Carmen, que se convirtieron en jefas de hogar porque sus maridos se quedaron sin trabajo. En muchos casos, hoy son mujeres solas porque sus esposos las dejaron porque no toleraron la situación de tener que depender económicamente del trabajo de ellas”.

En los talleres se discutirán otros temas como “Mujer trabajadora rural, campesina y obrera”. En la provincia hay muchas mujeres que realizan trabajos temporarios del tipo “golondrina”. También se analizará el tema de la desocupación desde la óptica de género, la participación en las organizaciones barriales, sociales y en los sindicatos. “Por impulso de los encuentros de mujeres, en todo el país se avanzó para que se respete el cupo femenino en la política y en otros ámbitos, pero eso no pasa en Jujuy. En la provincia no podemos lograr que comiencen a aplicarse los avances en la legislación que han sido aprobados a nivel nacional, como la ligadura de trompas o la ley de salud reproductiva. Acá todo tarda más”, se quejaron Cabana y Peña. Mañana, como parte de las actividades, se hará una marcha reivindicativa del caso Tejerina y en reclamo por la despenalización del aborto.