Cuando Sergio entró en la vivienda ubicada detrás de la capilla, encontró manchas de sangre por todos lados. En el baño, el cadáver de su hermano muerto con varias heridas de arma blanca. Hugo Giménez tenía 44 años y era pastor de la Iglesia Cristiana Apostólica No Romana en la localidad bonaerense de Transradio. La policía no encontró señales que pudieran dar cuenta de un asalto e investiga el entorno de la víctima para acercarse a los motivos del crimen.
Hugo Giménez fue visto con vida por última vez en el atardecer del lunes. Los vecinos lo observaron conducir solo su Fiat Uno blanco, cerca de la iglesia, pero no se sorprendieron: era habitual que a esa hora fuera hasta la capilla a alimentar a los perros, porque ya no tenía sereno. Al mediodía de ayer, Sergio, su hermano menor, fue a buscarlo, preocupado porque no había regresado a su casa de Ciudad Evita –donde viven ambos con su madre– ni había avisado dónde pasaría la noche. Cuando llegó a la casa que está en los fondos de la parroquia, encontró un escenario macabro: las paredes manchadas de sangre y en el baño el cuerpo de su hermano –vestido solo con un slip– que presentaba varias heridas de arma blanca.
“Por las manchas parece haber habido algún tipo de lucha pero no se encontraron faltantes ni revolvieron nada, de hecho había dinero en efectivo sobre una mesa”, contó a este diario el subcomisario Pablo Ayala, de la comisaría 3 de Esteban Echeverría. La policía no pudo localizar aún el vehículo de Giménez, por lo que se sospecha que la víctima lo dejó en otro lugar o bien que el o los autores del asesinato fugaron con ese auto. Durante el día de ayer, el pastor había salido con el vehículo a pagar algunas cuentas y luego se dirigió hacia la parroquia. Giménez era, además, dueño de una remisería en Ciudad Evita, pero no hay signos que permitan relacionar esta actividad con su asesinato.
Si bien los móviles del crimen todavía están oscuros, se cree que podría haber estado involucrado algún conocido de Giménez, porque las puertas no estaban forzadas y hay vecinos que dicen haberlo visto acompañado después de las 19 del lunes, versión que la policía está tratando de comprobar. En el barrio era muy querido, y sus habitantes lo recuerdan como un hombre muy solidario con pibes que escapaban de sus casas y no tenían adónde ir. Lo único que señalaron sus familiares como dato relevante es que hace poco tiempo había recibido un fallo judicial a su favor en una causa laboral.