¿Para qué y bajo las órdenes de quién viajó al Uruguay Mihram Mamprelian, el empresario armenio que apareció muerto el domingo en el departamento de Canelones? Allí se concentra ahora la causa. Los investigadores argentinos están convencidos de que “alguien acá quería hacerle daño y buscó hacerlo en Uruguay”, tal como adelantó Página/12 en su edición del martes. Esto alimenta la hipótesis del crimen por encargo. La justicia uruguaya no descarta, en cambio, el robo o el secuestro extorsivo. El empresario no viajaba a Punta del Este, como se dijo hasta ahora. Su viaje fue planificado hacia Montevideo donde buscaba una pieza de colección ofrecida en un remate. La policía de Canelones ayer detuvo e indagó a cinco uruguayos. Al menos dos tenían relaciones estrechas y comerciales con Mamprelian, uno de los pocos coleccionistas del país consultado como perito en cuestiones de arte.
A cuatro días del crimen del empresario armenio al menos una hipótesis parece desechada: la del secuestro express. Con el correr de las horas, los investigadores argentinos están cada vez más convencidos de que el pedido de rescate denunciado por su viuda fue sólo una maniobra de distracción.
La lupa está puesta ahora en un círculo reducido: las relaciones y los contactos de Mamprelian en Montevideo. Allí se hicieron allanamientos y se detuvo a los cinco indagados, en calidad de testigos, por el Departamento de Homicidios de Canelones. Entre ellos la policía uruguaya busca datos para reconstruir los últimos pasos de Mamprelian.
Los cinco demorados son tres hombres y dos mujeres. Todos vivían en Montevideo donde Mamprelian solía concentrar su actividad en tres lugares: un hotel y dos casas de remate. De acuerdo con la información reunida por este diario, los detenidos no están ligados a esas casas de remate. Sin embargo, “al menos dos se relacionaban con él por cuestiones de negocios”, indicó a este diario una fuente de la policía uruguaya. Otro de los datos es una relación con la Argentina: algunos detenidos vivieron en el país hace años. En ese contexto habrían conocido a Mamprelian.
Aún no se sabe cómo será el futuro de los detenidos. Es probable que algunos sean liberados pero se les impida salir del país para que queden a disposición de la Justicia. En Uruguay, la causa está en manos de la policía de Canelones y de, por ahora, Blanca Rigueiro a cargo del juzgado de Paz de ese departamento. Aunque el expediente podría pasar en el corto plazo al fuero penal, Rigueiro sigue conduciendo la pesquisa local. Es una de las que está convencida de la hipótesis del secuestro extorsivo, una de las lógicas que no convence en la Argentina.
En Buenos Aires las hipótesis están concentradas en dos líneas:
u Secuestro por encargo: es la sospecha de la Federal. La División de Homicidios Complejos cree que alguien pudo haber enviado a Mamprelian “de compras” a Montevideo. Y que los captores lo conocían. Ellos sostienen la hipótesis del “daño por encargo”. Aunque esa opción no implica la muerte, tampoco la descarta.
u Crimen por encargo: es la sospecha más fuerte de la Justicia federal. Para el juzgado de Rodolfo Canicova Corral, el pedido de rescate fue sólo una maniobra distractiva. El argumento central es el monto del dinero exigido por los captores a este empresario dueño de millones. Desde el juzgado se ordenarán investigaciones sobre los movimientos de fondos y cuentas del empresario armenio en el Uruguay.
Los uruguayos, en tanto, siguen sin una definición precisa. Para el Departamento de Homicidios dirigido por el comisario Nogueira, la causa principal es el “robo”. “Es posible que los autores conocieran que el hombre tenía dinero y decidieron robarle: tal vez en el camino se les ocurrió la idea del rescate cuando se dieron cuenta de que no llevaba dinero encima”, indicó una fuente uruguaya, aunque no se descarta que la operación haya contado con un aliado argentino.