Se tensa cada vez más la relación entre los maestros bonaerenses y el gobierno provincial. Los docentes concretaron ayer el séptimo paro del año y advirtieron que “de no haber respuestas de aumento salarial quedará condicionado el inicio de las clases para el próximo año”. Funcionarios provinciales insistieron en que “la medida no tiene sentido, ya que se les explicó que no hay más presupuesto”.

La convocatoria fue realizada nuevamente por el Frente Gremial Docente (FGD), integrado por la Federación de Educadores Bonaerense (FEB) y el Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación (Suteba), que anunciaron que hubo un acatamiento cercano al 95 por ciento. El secretario general de Suteba, Roberto Baradel, declaró que “el paro fue decidido por la irracionalidad que ha tenido hasta ahora el gobernador, Felipe Solá, para resolver el conflicto. No hemos recibido más que negativas, injurias y difamación por parte del gobernador y de las autoridades provinciales”, y agregó que “el gobierno bonaerense debe hacer una nueva convocatoria a paritarias para resolver el conflicto salarial con los docentes provinciales”. La titular de la FEB, Mirta Petroncini, afirmó que “el paro volvió a tener un altísimo nivel de adhesión porque es una medida de fuerza que impulsan y sostienen los educadores de toda la provincia, cansados de las mentiras”.

Por otra parte, en contraposición con los datos estimados por los docentes, desde la Dirección General de Cultura y Educación provincial indicaron que la medida de fuerza tuvo una fuerte baja en la adhesión con respecto a las anteriores y “no superó el 50 por ciento”. El jefe de Gabinete de Educación, Luciano Sanguinetti, afirmó que “la medida de paro no tiene sentido cuando a cambio no se va a recibir absolutamente nada y cuando ya se explicó que en el marco de paritarias se verá la recomposición salarial para 2007”.