Las confusiones entre colegas de cualquier rubro pueden tener consecuencias de distinto tipo: irrelevantes, graciosas, enojosas. Pero nunca tan graves como cuando ocurren entre policías. Eso quedó demostrado ayer, cuando dos brigadas policiales de distintas seccionales se enfrentaron a los tiros en Palermo, ambas creyendo que los integrantes del otro grupo eran ladrones. El saldo fue de dos efectivos heridos, que quedaron internados en el Hospital Churruca. El curioso episodio se dio en el marco de una persecución a cuatro delincuentes que habían asaltado una vivienda y, cuando salían, fueron sorprendidos por una de las brigadas, con la que se tirotearon. En ese momento, uno de ellos cayó herido. Mientras el resto de los asaltantes volvía a entrar en la casa y escapaba por los fondos, uno de los policías escuchó por el handy del herido hacia dónde iban los otros. Lo informó a la central, que retransmitió el dato. Ante eso, otras brigadas se dirigieron hacia ese destino. Una de ellas fue la que confundió al grupo de efectivos que originalmente encabezaba la persecución con los delincuentes. El resto es historia conocida.