Las autoridades de las escuelas inglesas pueden, desde ayer, palpar a los alumnos sospechados de llevar armas a los establecimientos escolares. Las escuelas de Inglaterra recibieron un poder legal especial para poder registrar a los alumnos. Además, los directores recibieron el permiso del Ministerio de Educación británico de instalar detectores de metales al estilo de los aeropuertos para evitar que los alumnos asistan a clases portando armas. Según la reglamentación, los alumnos que se nieguen a las nuevas medidas no podrán ingresar a las escuelas. Los maestros tendrán la posibilidad de realizar “selecciones sorpresa” para palpar a distintos alumnos y de esa forma enviar una señal contra el uso de armas. Los distintos chequeos sólo podrán ser realizados por miembros del personal autorizado. Además, las sospechas deben ser razonables y no estar fundadas en imágenes estereotipadas de ciertos grupos de alumnos. Durante el palpado de alumnos, al menos otros dos maestros deberán estar presentes, y ambos tendrán que ser del mismo sexo que el estudiante. Bajo las nuevas medidas, a los alumnos sólo se les podrá pedir que se quiten una prenda externa de ropa, como chaquetas o sacos, pero no ropa interior. El ministro de Educación, Alan Johnson, dijo que los hechos con armas en las escuelas “son extremadamente raros”, pero argumentó que “un solo hecho de violencia causado por un arma es suficiente. Estos nuevos poderes fueron pedidos por los mismos maestros”. El problema preocupa a las autoridades británicas después de que varios adolescentes murieran este año a raiz de incidentes con cuchillos.